El estado de abandono total del que fue museo del futbol de la APF y la consecuente situación deplorable de la tumba de Arsenio Erico en la confluencia de las graderías Norte y preferencias del estadio de los Defensores del Chaco, ha movilizado a referentes de la dirigencia y la parcialidad del Club Nacional del que es la máxima figura histórica, a iniciar una campaña en procura de solucionar la situación respecto al Saltarín Rojo y el traslado de sus restos al estadio que lleva su nombre en Barrio Obrero.
Haciendo historia, en el año 2010 el cadáver del Saltarín Rojo fue repatriado de la Argentina, en cuya capital, Buenos Aires, en el cementerio de la Chacarita, reposaban hasta entonces cuando un Diputado de la Republica, Salustiano Salinas, encabezó las gestiones que se finiquitaron en febrero de aquel año.
No solo se erigió un mausoleo en el predio del Defensores sino formó parte del Museo que desde entonces se habilitó hasta que a raíz de un temporal que destechó sus instalaciones, quedó en ruinas y clausurado para siempre.
AUTORIZACION INICIAL
El trámite precitado ya comenzó y como debe ser en estos casos, comenzó con la gestión de una autorización de familiares del ex gran deportista, con lo que ya se cuenta en forma verbal.
Una vez que se formalice la misma por escrito, se emprenderán otras acciones burocráticas que se requieren para encaminar la intención ya manifestada incluso en la última celebración de los 120 años de la Academia y el logro del subcampeonato de la Libertadores, anoche en la sede de barrio Obrero.
En la foto que precede estas líneas, se aprecia el monumento a Erico realizado por el artista Juan Carlos Pistilli, junto a su autor, que se exhibió en el hoy desaparecido museo de la APF.
