PARAGUAY/MARRUECOS, EN MEDIO DE ARGENTINA, ESPAÑA, URUGUAY Y PORTUGAL (III)
Un día bien movido tuvimos en Rabat luego de pasar por Casablanca, capital de Marruecos. Todo un sabor especial fue conocer la academia Mohammed VI de Fútbol. Situado en Salé , cerca de Rabat, el campus se extiende sobre una superficie de 18 hectáreas, se compone de centros modernos en todas las áreas deportivas para acoger y supervisar a sus jóvenes.
Para Marruecos, el éxito de un proceso selectivo como el de la formación de un jugador requiere un equilibrio justo entre el aprendizaje futbolístico y el éxito académico. Eso explicó Hassan Kharbouch, director de la academia. Es que los marroquíes tienen conciencia que no todos los jóvenes en formación lograrán necesariamente acceder a la profesión de futbolista profesional.
Formación en la academia
Tarik Najm, secretario general, también nos recibió y se encarga de hacer todo lo posible para dotar a cada uno de sus residentes de una formación académica y humana al menos equivalente a la que recibieron en su entorno original.
Cualquiera que sea su nivel en el momento de su integración, cada residente está obligado a continuar su educación normal in situ dentro del Grupo de Escuelas Privadas de la academia (aprobado por el Ministerio de Educación Nacional) que imparte educación primaria, secundaria y universitaria.
Además de preparar a los jugadores para competir al más alto nivel, esta formación también tiene como objetivo ofrecer a los jóvenes graduados de secundaria un programa de cursos de idiomas e informática, enfocados a mejorar la comunicación para facilitar el día a día en el entrenamiento.
Eso sí, también hay disciplina. Cada alumno de la Academia debe comprometerse a dar lo mejor de sí mismo, en cada momento. Ya sea académica o deportiva, evalúan sus resultados periódicamente y envían un informe semestral a sus padres.
La academia es una asociación reconocida de utilidad pública sin fines de lucro: todos los beneficios generados por las ventas de jugadores se reinyectan en la academia, su infraestructura y sus nuevos jóvenes. De carácter social, la academia tiene como objetivo detectar a los mejores jugadores en todas las categorías sociales, lo que hace a través de una red de detectores permanentes presentes en cada región del país.
La lluvia no es excusa para no practicar, pues cuentan con una cancha techada para mantener y mejorar el ritmo para una competición. Lo que percibimos es que Marruecos se prepara en serio para el Mundial 2030.
Por: Ignacio Martínez
NOTA ANTERIOR: Seis años de anticipación: la estrategia marroquí para el Mundial 2030