Un nuevo procedimiento contra la criptominería ilegal. Agentes de la Fiscalía junto a efectivos policiales y técnicos de la Administración Nacional de Electricidad, Ande, allanaron un local donde se halló 271 máquinas procesadoras de criptomonedas, cuyos equipos fueron decomisados.
El fiscal Marcelo García de Zúñiga ordenó la intervención en un establecimiento en la compañía Yvaroty, en La Colmena, departamento de Paraguarí, donde se encontraron y confiscaron 271 equipos procesadores de criptomonedas y 2 transformadores de distribución, con una potencia instalada total de 3.195 KVA.
Según los datos comerciales disponibles, se había presentado una consulta previa para un puesto de distribución de 45 kVA, pero sin contrato para el servicio de energía eléctrica. El presunto daño patrimonial mensual se estima en G. 889.485.000, además de los costos de intervención y las multas según la ley 966/64, que serán responsabilidad de los infractores.
La Administración Nacional de Electricidad (Ande) encabezó nuevamente un operativo en el departamento de Paraguarí, específicamente en La Colmena, donde lograron desmantelar un local dedicado a la criptominería ilegal.
Detectan conexión sin medidor
El personal técnico de la Ande encontraron este ilícita debido a fluctuaciones inusuales en la demanda eléctrica en un establecimiento en la compañía Yvaroty, en La Colmena. El allanamiento se llevó a cabo tras detectar una conexión sin medidor en media tensión, lo que disparó alarmas sobre un posible robo de electricidad. Como respuesta, el ente presentó una denuncia formal ante la Fiscalía de Ybycuí por sustracción ilegal de energía eléctrica, perturbación del servicio público y sabotaje.
Por otro lado, la Ande viene utilizando desde hace un tiempo un software de Inteligencia Artificial (IA) y el sistema SCADA de distribución se emplearon para el análisis del comportamiento registrado en la línea de Media Tensión que abastece la zona.
Además el uso de esta tecnología le permite a los funcionarios de la estatal eléctrica un monitoreo con llaves telecomandadas que permitieron identificar las actividades que perjudican el funcionamiento adecuado del sistema eléctrico y representan una gran pérdida económica para la institución.
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