La amenaza invisible

El anuncio del Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación (MITIC) sobre la actualización y formulación de la Estrategia Nacional de Ciberseguridad de Paraguay 2024-2028 (ENC PY) representa un importante paso hacia la protección de datos. En una era donde las amenazas cibernéticas son una de las más graves que enfrenta la sociedad moderna, esta iniciativa llega en un momento oportuno y crítico.

En los últimos tiempos, hemos visto cómo las crónicas policiales se han llenado de casos de compatriotas víctimas del cibercrimen. Este fenómeno no solo afecta a ciudadanos comunes, sino que también amenaza la integridad de empresas e instituciones públicas. Recordemos el reciente ataque de secuestro de datos sufrido por una empresa telefónica y la misma Policía Nacional. Estos incidentes subrayan la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras y la urgencia de implementar medidas de protección.

Los datos de la Organización de las Naciones Unidas son alarmantes: el cibercrimen reporta beneficios económicos superiores al narcotráfico para la mafia internacional. Esta realidad hace evidente que más que nunca la sociedad necesita de una estrategia bien formulada y sobre todo que sea implementada eficazmente. La seguridad cibernética debe ser una prioridad nacional, y se torna urgente que las instituciones responsables, junto con otros actores del ecosistema digital, trabajen para la protección de los ciudadanos y las instituciones.

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Según los antecedentes, desde 2017, nuestro país cuenta con un Plan Nacional de Ciberseguridad aprobado por el Decreto Presidencial N°7052. No obstante, la rápida evolución del entorno digital y la aparición de nuevas amenazas hacen necesaria su actualización. La estrategia revisada debe contemplar no solo la protección de la infraestructura crítica, sino también la educación y formación de la ciudadanía. Una buena campaña de concienciación es fundamental para que todos, desde el usuario más básico hasta los profesionales de TI, estén preparados para identificar y evitar los riesgos cibernéticos.

La verdadera seguridad cibernética se logrará solamente a través de la educación, la colaboración y la adaptación constante a nuevas amenazas. Una vez más, y con mayor énfasis en este caso, hace falta una buena campaña de comunicación y educación para construir un entorno digital seguro y protegido para todos.