El 1 de abril de 1820, en pleno Viernes Santo, debía ser asesinado el Dictador Perpetuo José Gaspar Rodríguez de Francia. Entre los principales complotados estaban los próceres: Fulgencio Yegros y Pedro Juan Caballero. Gracias a sus espías, los famosos pyragües. Francia conoció los planes y a sus cabecillas.
El Martes Santo de 1820 fueron apresadas cuatro personas implicadas, quienes fueron sometidas a rigurosos interrogatorios.
De acuerdo al plan, el Viernes Santo, al salir el doctor José Gaspar Rodríguez de Francia a realizar su paseo habitual alrededor de la casa de gobierno sería asesinado por un capitán de apellido Montiel. Una vez consumado el hecho, Yegros tomaría el poder.
Francia ordenó la captura de todos los implicados antes del día marcado para la conjuración. Los que estaban sindicados directamente en la conspiración fueron engrillados y torturados durante los interrogatorios.
En julio de 1821 comenzaron los ajusticiamientos. Fueron fusilados 68 hombres, entre ellos Fulgencio Yegros, jefe militar de la Independencia Nacional. Pedro Juan Caballero prefirió suicidarse su celda antes de ser fusilado. El pueblo quedó consternado por estos hechos. El doctor Francia gobernó 20 años más.
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