Ximena Mendoza, licenciada en Comunicación y máster en Innovación y Emprendedurismo, lleva siete años dirigiendo Mboja’o, una empresa social paraguaya fundada en 2017. Con un fuerte compromiso hacia la reducción del desperdicio de alimentos y el apoyo a personas vulnerables, Mboja’o gestiona los excedentes de comida del sector gastronómico para distribuirlos a diversas entidades benéficas. Este modelo no solo combate el hambre y reduce el impacto ambiental, sino que también educa y moviliza a la comunidad hacia una gastronomía más sostenible. A través de este proyecto, Mendoza ha logrado rescatar más de 500 toneladas de alimentos, evitando la emisión de CO2 y el desperdicio de agua, y ha obtenido reconocimiento por su influencia en Paraguay. La entrevista promete una inspiradora historia de impacto social y una mirada detallada a las soluciones innovadoras para un problema global.
¿Qué te inspiró a fundar Mboja’o y podrías comentarnos un poco más sobre lo que hacen?
Mboja’o es una empresa social que lucha contra el desperdicio de alimentos y ayuda en la alimentación de poblaciones vulnerables. Ofrecemos al sector gastronómico en general un servicio de gestión de excedentes de alimentos que se encuentran en perfecto estado para el consumo, pero no encontraron consumidor final en el día, y los llevamos a lugares donde puedan ser reaprovechados, tales como hogares, fundaciones y/o comedores sociales. En particular la problemática del desperdicio de alimentos siempre fue algo que me generó curiosidad, quería investigar más al respecto, entender qué se estaba haciendo en otros países, cuáles eran las alternativas para disminuir dicho desperdicio. Paraguay es un país en el que hay muchísimos eventos sociales y se particularizan por ser bastante grandes, siempre hay mucha comida y yo siempre me preguntaba “qué pasará con toda esta comida si no se come? a dónde irá a parar?”. En el 2016, cuando fui a Barcelona a estudiar y tenía que elaborar la tesis de mi máster, nos dieron la tarea de encontrar una problemática que quisiéramos solucionar, y allí haciendo una lluvia de ideas en un papel gigante y miles de post its, me volví a encontrar con la problemática que hace años me daba curiosidad: el desperdicio de alimentos.
¿Cuál es el impacto social y ambiental que buscan generar?
Con los alimentos rescatados llegamos de manera mensual a un promedio de 1.800 personas de distintas entidades. Gracias a la confianza de nuestros clientes quienes apuestan por una gastronomía más responsable y sostenible y a las entidades quienes nos abren sus puertas y reciben los alimentos con tanto cariño podemos generar un impacto social y ambiental gigante a través del rescate de alimentos. Trabajamos con varias entidades benéficas para ayudar a distintas poblaciones vulnerables desde la primera infancia hasta adultos de la tercera edad. Los alimentos que rescatamos van directamente a comedores sociales, fundaciones y hogares, que a su vez atienden a distintas poblaciones como personas en situación de calle, recicladores, recolectores de la zona, niños y niñas a quienes albergan, personas con discapacidad, personas afectadas por el VIH Sida, entre otros. También beneficiamos a personas privadas de libertad, llevando alimentos a las penitenciarías Buen Pastor y a la Unidad Penitenciaria Industrial Esperanza. Algunas de las entidades a quienes beneficiamos diariamente son la Fundación San Rafael, el Hogar Rosa María, el Hogar la Piedad, el Hogar Oasis, el Hogar Pequeño Cottolengo, el Comedor Basilio, el Centro Don Bosco Róga. Cuando realizamos rescates de eventos o clientes puntuales beneficiamos a entidades como el Comedor Nido de Niños, el Hogar San Francisco de Asís, el Hogar Guadalupe, la Fundación Alto Refugio, Asoleu, Renací, entre otros. Hasta el momento ya pudimos rescatar más de 500 toneladas de alimentos recuperados y con ello hemos evitado la emisión de más de 360 toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera, hemos evitado el desperdicio de más de 12 millones de litros de agua y hemos logrado que más de 9mil árboles puedan destinar su capacidad de captura de gases de efecto invernadero, a otras actividades humanas.
Además, gracias a esta alianza logramos que miles de personas en situación de vulnerabilidad puedan acceder a una variedad de alimentos deliciosos a la que normalmente no tienen la oportunidad de acceder. Con nuestro trabajo contribuimos a 3 de los 17 ODS, Hambre Cero, Producción y Consumo Responsable y Acción por el clima.
¿Podrías explicarnos cómo se sostiene Mboja’o?
Mboja’o es una empresa social, es decir, si bien nuestro principal objetivo es generar este impacto social y ambiental positivo a través del rescate de alimentos, también generamos un impacto económico, somos una empresa con fines de lucro, no una ONG ni fundación. Mboja’o ofrece un servicio de gestión de excedentes de alimentos y dicho servicio, como cualquier otro en el mercado, tiene un costo. Las empresas adheridas a la red de Mboja’o contratan nuestros servicios y pagan un fee/una tarifa mensual fija por el servicio de rescate que no sólo consiste en la gestión de rescate de dichos alimentos sino también en la medición de impacto, reportes mensuales de impacto social, trimestrales de impacto ambiental, la certificación de dichas empresas como empresas #CeroDesperdicio que gestionan de manera correcta sus excedentes, constante monitoreo y seguimiento a las entidades benéficas que reciben los alimentos, etc.
¿Cuál ha sido el mayor logro o impacto positivo que su empresa ha tenido hasta ahora?
Para nosotros el mayor logro es poder, día a día, rescatar alimentos que llegan a miles de personas que necesitan y gracias a nuestro trabajo, nuestros clientes y las entidades con quienes trabajamos, pueden acceder a un plato digno de comida, a alimentos deliciosos y variados. Pero particularmente un logro que para mí significó muchísimo fue el del año pasado, que recibimos un reconocimiento muy importante y significativo ya que nos galardonaron como unas de las empresas más influyentes de los últimos 50 años por el Diario Última Hora de Paraguay.
¿Qué mensaje le gustaría compartir con aquellos que aún no están conscientes del problema del desperdicio de alimentos y la importancia de su iniciativa?
Que todos podemos colaborar desde el lugar en donde estamos. Si bien las empresas son quienes tienen el papel más importante, al comprometerse con gestionar de manera correcta sus excedentes de alimentos, nosotros también como consumidores tenemos un papel protagónico en ello ya que nosotros somos quienes podemos exigir a nuestros locales que lo hagan, cuestionar qué es lo que hacen con la comida que no comercializan al final del día, empezar a hacernos ese tipo de preguntas, cuando vas a un evento o si sabés que se está organizando un evento de gran magnitud ya sea de tu empresa, alguna boda de un conocido, preguntarte si ya tienen un plan para toda la comida que pueda llegar a sobrar? Recomendar servicios como el de Mboja’o que ayudan a que esa comida no termine siendo un desperdicio innecesario y llegue a quienes deba llegar. Cuando salimos a cenar a algún lugar y la comida que nos sirvieron fue bastante y no terminamos de comer, pedir para llevar, calentarlo y volver a comer o compartirlo. En casa cuando cocinamos de más, no tirar esa comida y usar nuestra creatividad para transformarla en otro plato y así reducir el desperdicio de alimentos.
¿Cuál es tu mayor deseo o sueño para el futuro de tus hijos, y cómo esperas que tu ejemplo como madre emprendedora los ayude a alcanzarlo?
Diría con seguridad que mi mayor deseo para él es que sea feliz y que encuentre lo que quiera ser en su vida. Que sea libre de elegir qué desea, que pueda encontrar aquello que encienda su alma y lo apasione y que lo pueda hacer con muchísimo amor. Creo que el mayor ejemplo es que pueda ver a nosotros, a sus padres, siendo quienes queremos ser en nuestra múltiples facetas.
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