El Gobierno Nacional procederá hoy a la inauguración de una nueva cárcel en Mingá Guazú, en un nuevo esfuerzo por abordar la sobrepoblación y las condiciones precarias de las cárceles de Paraguay. Esta iniciativa ofrece una oportunidad para descomprimir los abarrotados centros penitenciarios del país, en procura de un mejoramiento de las condiciones de reclusión y rehabilitación de los reclusos.

Ahora, el proyecto deberá ser encarado con una visión integral que aborde la previsión de las falencias sistémicas que han plagado a las cárceles paraguayas durante años. Se deberá prestar especial atención a que reclusos serán trasladados a este nuevo recinto, del mismo modo en que será fundamental priorizar la seguridad tanto respecto a los internos, como a visitantes y guardias, todo con miras al cumplimiento efectivo del fin último de todo el sistema penal, cual es la reinserción social de los internos. Esto implica la implementación de medidas efectivas de control y prevención de la violencia, así como programas de educación, capacitación laboral y apoyo psicosocial.

Esta vez es crucial que el Estado vele por el absoluto control de la cárcel desde el inicio. Por ende, es requerida una gestión transparente y eficiente que logre garantizar que la nueva cárcel no caiga en las mismas deficiencias que afectan a otras instituciones penitenciarias. La supervisión estricta y constante son elementos clave para asegurar que se cumplan los estándares esperados y que se promueva una cultura de responsabilidad y respeto irrestricto a la ley.

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Sin duda, la apertura de la nueva cárcel en Mingá Guazú representa una oportunidad para transformar el sistema penitenciario paraguayo, aunque es aún uno de los primeros pasos. El plan contempla verdaderamente las contingencias necesarias para ofrecer verdaderamente una segunda oportunidad a aquellos que han infringido la ley, pero al mismo tiempo es una oportunidad para que nuestro sistema penal y penitenciario tenga el golpe de timón que necesita.

Es una necesidad prioritaria que el Estado controle absolutamente los reclusorios por encima de los grupos criminales que constantemente influyen en nuestras cárceles.