El regulador de medicamentos de la Unión Europea, UE, confirmó este miércoles que había retirado la autorización de comercialización europea de la vacuna contra el COVID de AstraZeneca a petición de la propia compañía. De esta manera AstraZeneca inició la retirada mundial de su vacuna contra el COVID-19.
En una actualización publicada este miércoles en el sitio web de la Agencia Europea de Medicamentos (‘EMA’, por sus siglas en inglés), el regulador comunitario dijo que la aprobación de Vaxzevria de AstraZeneca había sido retirada «a petición del titular de la autorización de comercialización».
«Como se han desarrollado múltiples vacunas variantes de Covid-19 (…), hay un excedente de vacunas actualizadas disponibles. Esto ha llevado a una disminución en la demanda de Vaxzevria, que ya no se fabrica ni se suministra», dijo en una declaración compartida con CNN este miércoles.
AstraZeneca dijo que trabajaría con los reguladores de otros países para «alinearse en un camino claro a seguir», incluyendo la retirada de las autorizaciones de comercialización de la vacuna donde no se espera una futura demanda comercial.
Vacuna marcada por problemas de reputación
La vacuna COVID-19 de AstraZeneca recibió el visto bueno de la EMA por primera vez en enero de 2021. Sin embargo, en cuestión de semanas, aumentaron las preocupaciones sobre la seguridad de la vacuna, cuando decenas de países suspendieron su uso después de que se detectaran coágulos de sangre en un pequeño número de personas inmunizadas, que representan casos muy raros. El regulador de la UE concluyó que la inyección de AstraZeneca no aumentaba el riesgo general de coágulos, pero persistían las dudas.
Los resultados parciales de su primer ensayo importante, que Reino Unido utilizó para autorizar la vacuna, se vieron empañados por un error de fabricación que los investigadores no reconocieron de inmediato. La falta de datos sobre cómo de bien protegía la vacuna a las personas mayores llevó a algunos países a restringir inicialmente su uso a poblaciones más jóvenes antes de revertir el rumbo.
Vacunas barata
Se distribuyeron miles de millones de dosis de la vacuna AstraZeneca a los países más pobres a través de un programa coordinado por la ONU, ya que era más barata y más fácil de producir y distribuir. Pero estudios posteriores sugirieron que las vacunas de ARN mensajero, más caras y fabricadas por Pfizer-BioNTech y Moderna, brindaban una mejor protección contra el COVID-19 y sus numerosas variantes, y la mayoría de los países cambiaron a esas vacunas.
En 2021, el Reino Unido basó su programa nacional de inmunización contra el coronavirus principalmente en la vacuna de AstraZeneca, la cual científicos de la Universidad de Oxford desarrollaron, con un importante respaldo financiero del Gobierno. Pero incluso Reino Unido recurrió más tarde a la compra de vacunas de ARN mensajero para sus programas de vacunación de refuerzo contra el COVID, y la vacuna de AstraZeneca ahora rara vez se utiliza a nivel mundial.
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