Alrededor de 345 municipios, más de dos tercios de las ciudades fueron afectados por las lluvias en Rio Grande do Sul. El presidente Lula da Silva sobrevoló y observó los daños ocasionados por el clima. Pobladores armados patrullan zonas inundadas para contener el avance de los delincuentes.
El número de muertos provocados por las intensas lluvias que han azotado Rio Grande do Sul ha ascendido a 83, mientras que 111 personas siguen desaparecidas y otras 4 muertes están bajo investigación, informó la Defensa Civil del Estado en un comunicado difundido este lunes por la mañana.
Según un comunicado de la organización, eventos climáticos están afectando alrededor de 345 municipios, lo que representa más de dos tercios de las ciudades de Rio Grande do Sul, además de dejar sin hogar a más de 121.000 personas.
Las lluvias provocaron inundaciones de ríos en varias regiones del estado, además de la destrucción de carreteras y puentes. También afectaron el suministro de agua, electricidad y servicios telefónicos a cientos de miles de personas.
Rescataron a 20 mil personas
Los fenómenos meteorológicos también afectaron a más de 850.000 personas y dejaron 276 heridos, según Defensa Civil. El domingo llovió en algunas regiones del estado, complicando las labores de rescate en lugares aislados o de difícil acceso. Según las autoridades involucradas en las búsquedas, más de 20 mil personas ya han sido rescatadas.
En una reunión con autoridades locales y federales el domingo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró al gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite (PSDB), que la burocracia del sector público no impedirá la llegada de recursos para la reconstrucción de el estado.
«No habrá ningún impedimento burocrático para que recuperemos la grandeza de este Estado», dijo Lula, dirigiéndose a Leite.
El presidente visitó el fin de semana por segunda vez en pocos días el Estado, acompañado de ministros y de los presidentes de la Cámara de Diputados, Arthur Lira (PP-AL); del Senado, Rodrigo Pacheco (PSD-MG), y del Tribunal de Cuentas de la Federación (TCU), Bruno Dantas, además del vicepresidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Edson Fachin.
Garantizan ayuda
En sus intervenciones en la reunión, Lira y Pacheco prometieron que, este lunes, trabajarán en medidas legislativas para garantizar la llegada de recursos a Rio Grande do Sul, mientras Dantas aseguró que el tribunal de cuentas será sensible para entender el momento de excepción. del Estado, que atraviesa la peor tragedia climática de su historia, en el seguimiento del envío de recursos.
Leite, por su parte, volvió a afirmar que el número de muertes por lluvias en el Estado debe aumentar y calificó el momento que vive Rio Grande do Sul como un «escenario de guerra». También reiteró la necesidad de una «posguerra» excepcional. medidas «para reconstruir el Estado».
Porto Alegre, la capital del estado, enfrentaba niveles récord del río Guaíba, además de calles inundadas y falta de agua y electricidad.Los efectivos de Bomberos, Defensa Civil y Fuerzas Armadas, junto con voluntarios equipados con lanchas, kayaks y motos de agua, llevaron a cabo la búsqueda de personas varadas en los techos de las casas.
Oleadas de saqueos y robos
El desolador escenario de las inundaciones en Rio Grande do Sul adquirió un aire aún más siniestro debido a una ola de robos y saqueos en medio de barrios inundados en ciudades como Porto Alegre, Canoas, São Leopoldo y Sapucaia do Sul, según informó. El domingo (5), según la columna True Crime del periódico O Globo, la policía detuvo a dos hombres después de que atacaran un barco de rescate lleno de personas sin hogar que navegaba en el barrio de Mathias Velho, en Canoas. Pero dentro había dos policías que detuvieron a los delincuentes”.
En Mathias Velho, miembros del público casi lincharon a dos hombres cuando los sorprendieron intentando robar en una casa por la noche. “Los ladrones también aprovechan el momento en que la gente sale de sus casas con pertenencias valiosas, como dinero”, dijo el topógrafo Charles da Silva Pacheco, que vive en Canoas. “Estábamos varados desde las 3 de la madrugada. Mi esposa y mi bebé de seis meses fueron rescatados a la una de la tarde. Vinieron a recogerme a las 7 de la tarde. Logré llevar dos perros. Tuve que dejar dos gatos atrás. Necesito regresar para alimentar a mis animales y evitar que roben mi casa”, dijo.
También según el informe, hay denuncias de ladrones que utilizan embarcaciones para cometer delitos, mientras que voluntarios dedicados a los rescates han comenzado a patrullar armados, en un intento de disuadir posibles ataques. La oscuridad, consecuencia de la interrupción del suministro eléctrico, también favorece a los delincuentes.
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