Buscamos hasta en el canal oficial español de la agencia alemana de noticias (DPA) mayores datos desarrollados sobre el impacto de la presencia del Abdo Benítez en Alemania. Acudimos sin éxito a eso. Tampoco ubicamos información con valor agregado en el portal oficial de Paraguay, IP. Lo único que hallamos fue su propia versión en su tweet personal. Allí calificó de «excelente» su reunión con su colega alemán, quien – según él- «destacó la rápida recuperación económica» del Paraguay.
Siempre debe apoyarse todo esfuerzo por vincular a la Nación guaraní con el mundo. En este aspecto es válido todo tour que genere beneficios al Paraguay. Lo que estamos observando es que Abdo haya salido sin dar respuesta a la prensa sobre la trascendencia de su ida para dejar en visto un hecho crucial para el futuro del país, como es el censo. La debida información podría dar a la opinión pública la posibilidad de evaluar los pro y contra, comparando así la importancia de su ausencia en el día del censo nacional.
La escasa o limitada información pone una sombra sobre el viaje en el sentido de sí tenía una connotación de estado o más bien fue una excusa para eludir el censo. O, en el mejor de los casos, fue un viaje programado para festejar el cumpleaños número 50 fuera de la tierra paraguaya. Cada uno de esos motivos hasta pueden ser justificados y hasta razonables, sin embargo, no hay una explicación oficial oportuna, clara y precisa al respecto.
Ayer tuvimos reacciones a favor y en contra por nuestra posición crítica sobre la ausencia de Abdo en el día del censo. Ratificamos que constituye una incoherencia cuando pide al pueblo que se quede en la casa y él se manda mudar para el extranjero, sin justificar bien su ausencia. Luego tratamos de averiguar, indagar o tener mayor referencia sobre su ida con la idea de dar valor agregado a lo insuficiente que se tiene hasta ahora, y efectivamente poco o nada más se sabe, sólo su propio tweet promocionándose sobre su gira.
Cuesta sostener una postura sobre el gobernante, por entender que hay una fina línea entre la crítica a la persona que ejerce la Presidencia y el respeto que debe darse a la investidura presidencial. En medio de ese equilibrio consideramos que quien faltó al respeto fue Abdo. Es que como funcionario público no podía salir eludiendo a la prensa, debía respetar el censo o en todo caso dar todos los datos sobre su salida para sopesar la prioridad del viaje sobre el mandato que dio al pueblo de quedarse en la casa.
Desde la distancia da la sensación que se está desprendiendo muy temprano de su obligación como gobernante. Sí es así, está en grave error. Queremos coincidir con él que, efectivamente, dentro de unos meses será de nuevo un ciudadano común y silvestre. Sólo recordamos que su deber continuará tras dejar el Palacio de Gobierno. El mensaje del enviado de Joe Biden, el coordinador Anticorrupción de EE.UU., Richard Nephew, fue muy claro: la rendición de cuentas es una prioridad hoy dentro de la política global de los Estados Unidos.
Esperamos que tras su retorno informe todo lo relativo a su estada en Alemania, pero que no lo haga de manera gacetilla. El pueblo precisa saber del mérito de su ida para caer la incoherencia de exigir cumplimiento con los censistas y él los haya ninguneado. Abdo tiene que hablar, detallar, no operar por medio de su asesora de comunicación logrando entrevistas sectarias con figuras de la prensa como método de dispersión. Confiamos que se someterá a todas las preguntas, que es también una forma de rendición de cuentas. De pronto, le expresamos el saludo por el día de su cumpleaños.