Apareció Jair Bolsonaro, después de un largo silencio. Hizo un discurso medio pichado; porque habló de muchos temas y no usó la palabra derrota ni felicitó al ganador de las elecciones presidenciales en Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva. Sin embargo, dijo que cumplirá la Constitución. Su jefe de Gabinete, Ciro Nogueira, dijo a los periodistas que el presidente de la República le autorizó para comenzar el proceso de transición del poder. Bolsonaro habló en la residencia presidencial.
«En base a la ley, iniciaremos el proceso de transición», afirmó Nogueira, sacando de la duda a mucha gente que esperaba que estas palabras lo expresen el mismo candidato. No obstante, ahí estaba Bolsonaro avalando lo expresado por el funcionario.
El resultado de las elecciones del domingo pasado fue 49,1% para Bolsonaro y 50,9% para Lula. Como podrán observar, fue las elecciones más reñidas que mantuvo en vilo a Brasil durante la jornada electoral, más aún, durante el escrutinio, porque iban codo a codo y no se podía saber quien obtenía la victoria, como cuando hay mucha diferencia entre uno y otro, hasta el final del proceso.
Al principio, Bolsonario no daba señales de reconocimiento de su derrota, hasta que apareció y dio la conferencia de prensa. Dio señales implícitas al decir que respetará la Constitución y al avalar con su presencia lo informado por su jefe de Gabinete. Este también habló específicamente del «presidente electo» refiriéndose a Lula.
En horas de la mañana, inclusive parte de la tarde, los partidarios del derechista realizaron saqueos a supermercados y manifestaciones por las rutas. Muchos afirmaron que hubo fraude en las elecciones. Algunos pidieron la intervención de las fuerzas armadas, la disolución del Congreso e inclusive del Superior Tribunal Electoral. Hubo de todo que parecía que Brasil iba explotar.
Al final, el Supremo Tribunal Federal intervino dando orden de despeje de las rutas. Bolsonaro convocó a los ministros electorales, pero éstos se negaron.
De todas maneras, Bolsonaro agradeció a los 58 millones de personas que votaron a su favor y dijo que «la derecha surgió de verdad en este país». Lula obtuvo 60 millones de votos, mientras Bolsonaro 58 millones. La derecha perdió por la poca diferencia de 1,8% puntos, pero en la cantidad de votos, la diferencia es de 2 millones.
La victoria es de Lula, y más de un centenar de países ya lo felicitaron.