La jueza Rosarito Montanía, que había ordenado interceptar una llamada telefónica no cometió ningún delito de prevaricato, dice el juez Ricardo Estigarribia, que desestimó una denuncia contra la citada magistrada. La denuncia presentó el abogado, Marciano Daniel Lobo, cuyo teléfono fue interceptado.
La fiscal, Alma Zayas, recomendó al juez Estigarribia la desestimación porque el denunciante citó un caso y la orden de interceptar el teléfono se dio y se cumplió en otro caso. Entonces, aquí no hay ningún hecho punible, además, no coincide con la versión del abogado denunciante, según los fundamentos de la agente del Ministerio Público.
La intervención se realizó en la causa N.° 2077/2021 caratulada: “investigación fiscal s/ supuesto hecho punible previsto en la ley 1340/88 y su modificatoria”, más conocido como caso Calí; mientras el abogado denunció que la misma se realizó en la causa N.° 5314/201 “Juan José Dubbini Franco y otro s/ Ley 1881/2002 que modifica la ley 1340. Ley 6.739 Crimen Organizado” a cargo del entonces agente fiscal Eduardo Royg.
La decisión de la jueza, Rosarito Montanía fue debidamente fundada, se generó luego de varias solicitudes del Ministerio Público, institución que su vez respaldó su requerimiento de intervención; no violó el derecho y su conducta no se subsume en el elemento objetivo del tipo penal de prevaricato, fundamentó el juez Estigarribia al desestimar la denuncia.
