Brasil otra vez da giro a la izquierda. Luiz Inácio «Lula» da Silva ganó la segunda vuelta electoral este domingo al actual presidente, Jair Bolsonaro(derecha), con una ajustada diferencia de 1,6% alrededor de 2 millones de votos. Ya era el 99% del escrutinio y los resultados eran irreversibles:50,84% para Lula y 49,16% para Bolsonaro. De esta manera, la izquierda gobernará de nuevo por 4 años más, desde el 1 de enero, y Lula, que ya gobernó Brasil por dos períodos, regresa nuevamente con la promesa a su país de acabar con el hambre.
Lula(foto AFP), durante el gobierno del presidente, Fernando Lugo, había hecho negociaciones con Paraguay sobre Itaipú, ahora regresa justo cuando el próximo año ambos países deben discutir el Anexo C, del Tratado de Itaipú. Las negociaciones deberán realizarse en el segundo semestre del 2023, según fuentes de la Cancillería paraguaya.
Con respecto a los comicios, se puede observar que Bolsonaro logró repuntar en esta segunda vuelta, aunque no le fue lo suficiente. Lula había vencido la primera vuelta, del pasado 2 de octubre, con 48,4% de los votos, frente al 43,2% de Bolsonaro. La ley de Brasil exige que el ganador tenga el 51% de los votos en la primera vuelta. Por eso, se hizo la elección otra vez este domingo donde Lula gana con 50,84% contra 49,16% de Bolsonaro.
La diferencia es que el ex obrero metalúrgico aumentó un poco más; por eso, el actual presidente de Brasil, aunque hizo una buena elección subiendo alrededor del 6%, no pudo alcanzar el objetivo.
Brasil estaba en vilo, porque ambos candidatos iban reñidos, la diferencia muy ajustada mantenía atenta a toda la población. Esta diferencia incluso se percibía durante la jornada electoral donde en algunos casos se denunciaba hechos de violencia y los izquierdistas denunciaban que la Policía Caminera, a cargo de Bolsonaro, atajaban los camiones con los electores de Lula. Al final, se verificó que todos votaron y el hecho no pasó a mayores.
Luego de confirmarse el triunfo de Lula, éste hizo su discurso y dedicó a la democracia: «No es una victoria mía, ni del Partido de Trabajadores sino es la victoria de un inmenso movimiento para que la democracia salga victoriosa», afirmó Lula.
Lula comenzó a recibir los saludos de presidentes y personalidades de todo el mundo.
