Las autoridades nacionales han declarado una alerta por el pronunciado descenso en los principales causes de nuestro país: Paraná y Paraguay. Las causas de la reducción de las aguas sería la falta de lluvias en sus respectivas nacientes, según informan técnicos del Administración Nacional de Navegación y Puertos, (ANNP).
Luego de una importante creciente que se mantuvo durante casi todo el 2023, el río Paraná comenzó un descenso sostenido que se acentuó en el último mes hasta llegar a niveles similares a los que se vieron entre 2020 y 2022. Los especialistas observan un panorama un tanto sombrío para la navegación por los causes hídricos sobre todo por el río Paraguay. Las primeras medidas adoptadas es la de limitar el calado de las embarcaciones que circulan por estos ríos.
La Administración determinó declarar alerta hidrológica, a fin de que se puedan tomar las medidas necesarias para asegurar el tránsito de embarcaciones en ambos cauces. Se aguarda que se refuercen los trabajos de dragado que se están llevando acabo en distintos puntos del río Paraguay, esto teniendo en cuenta la gran cantidad de productos que son trasladados por esta vía al extranjero.
En sentido opuesto, la previsión, según los expertos, para fines del verano y principios del otoño es la continuidad del estado de aguas bajas, en la que ya está el Paraná. Este panorama, responde a una disminución muy sensible de las lluvias en la mitad norte de la alta cuenca del Paraná y el manejo de las presas y embalses que hace Brasil en el norte no tiene nada que ver.
Hasta el 30 de abril, bien entrado el otoño, las lluvias estarían concentradas mayormente sobre gran parte del litoral argentino, sobre todo Entre Ríos, el sur de Corrientes y parte de la provincia de Santa Fe, al igual que el mes anterior que podría aliviar en algo la navegabilidad en esa zona del río Paraná.
