El Ministerio de Justicia informa que el motín iniciado esta mañana en la Penitenciaría Regional de PJC está controlado y se restableció el orden en el establecimiento, con el apoyo de la Policía Nacional. No hay víctimas fatales ni heridos graves. Previamente se hablaba de que durante los enfrentamientos entre policías y los amotinados se habrían fallecido dos internos, lo que ahora es desmentido por las autoridades judiciales.
Los reclusos del penal de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, se resistieron a los controles en las celdas y ese fue el motivo por el que iniciaron el amotinamiento, manifestó el viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Rodrigo Nicora. El alto funcionario aseguró que busca un diálogo con los internos y explicarles que el uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional trae consecuencias graves para todos. Agregó que el inconveniente se registra en un sólo pabellón integrado por 140 personas privadas de su libertad.
Por otro lado, el jefe de prevención y seguridad del Departamento del Amambay, comisario César González, confirmó que se retomó el control de la cárcel regional tras el amotinamiento. Relató que a primeras horas de la mañana se produjo un amotinamiento en uno de los pabellones de la Planta Alta. Con la dotación disponible, tanto técnico como táctico, se realizó el operativo. En el pabellón de los religiosos habían dos entradas, en las cuales había material inflamable. Describió que buscaban impedir el ingreso de la Fuerzas de Seguridad con la construcción de barricadas improvisadas. Con asistencia de fiscales y la jueza de ejecución, se logró ingresar y sacar a un herido. Tenía una herida a la altura del cuello. Además, rescataron a otras varias personas con algunas contusiones.
Luego de una ardua limpieza en el sitio amotinado se verificó a los reos que ya ingresaron totalmente al recinto. Ya se levantó el operativo.
Según el director de la penitenciaría, uno de los cabecillas fue aislado para que sea llevado a otra cárcel. Esto habría sido la detonante de la reacción de un grupo de reclusos.
