En una sesión extraordinaria llevada a cabo el lunes 22 de enero, el Comité Ejecutivo del Partido Encuentro Nacional aceptó la renuncia de su presidente, José Luis Torales. La señora Gloria Portillo asumió la presidencia en cumplimiento de lo establecido en el estatuto partidario, según un comunicado emitido por la nucleación política.
La decisión de Torales de renunciar se dio en medio de controversias relacionadas con su desempeño como funcionario de la Contraloría General de la República y su participación en actividades políticas partidarias. El contralor de la República, Camilo Benítez, había anunciado un sumario administrativo al funcionario ante las denuncias públicas que sugerían una posible incompatibilidad de funciones.
Las acusaciones incluían un supuesto doble cobro de salario, tanto en la Contraloría como en la Cámara de Senadores. Además, se cuestionaba la participación activa de Torales en política, al postularse como candidato a concejal y diputado, en aparente violación de las normativas internas de la Contraloría.
El escándalo ganó proporciones cuando la semana pasada trascendió un documento firmado por el subcontralor Augusto Paiva, que disponía el traslado definitivo de Torales a la planilla de la Cámara de Senadores, en un intento de blanquear la situación del cuestionado funcionario.
Tras la serie de cuestionamientos, el contralor Camilo Benítez anunció la anulación del comisionamiento al Congreso Nacional y la apertura de un sumario administrativo. Esta decisión se basó en la presunta violación del código de ética de los funcionarios de la Contraloría, que prohíbe la participación activa en política.
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El contralor Benítez dejó claro que la independencia de las funciones de la Contraloría es fundamental y que la participación activa en política está prohibida por el reglamento interno. En sus declaraciones, mencionó: «Esta conducta prohibida por nuestro reglamento interno no debe admitir excepciones, tampoco podemos ser cómplices de eludir dicha prohibición».
José Luis Torales, en respuesta a las acusaciones, afirmó que no hubo incompatibilidad entre sus funciones y su participación política.
Finalmente, tras el escándalo Torales presentó su renuncia a la presidencia interina del PEN, cargo al que había accedido tras la renuncia también del anterior presidente Fernando Camacho, quien aparecía en la lista de ocupantes de la propiedad del Ministerio de Defensa ubicada en la localidad de Remansito, departamento de Presidente Hayes.