La jueza, Cynthia Lovera, condenó por falta de arraigo y peligro de fuga al argentino, José Raicovich, quien intentó hurtar un pedazo de vacío (carne) con un costo de 100.000 guaraníes de la cadena Biggie. La magistrada fundamentó que el delito es grave porque el procesado no tiene domicilio fijo y no es la primera vez que lo hace. Por lo tanto, ordenó su prisión a pedido de la agente fiscal, María Estafanía González.

Según el expediente, el 15 de enero del año 2024, a las 20:30, Raicovich ingresó al local de Biggie ubicado sobre la calle Chile y Piribebuy Asunción. La Policía informó que en esta ocasión, el argentino guarda una pieza de carne entre su prenda y al intentar salir suena la alarma de seguridad por lo que el guardia lo revisó y, entonces, el ahora condenado, tiró la pieza de carne bajo el mueble de la caja registradora; por lo que los personales del local comercial dio aviso a la policía y procedieron a su aprehensión.

El informe policial señala que la alarma del local ya había sonado al ingreso del extranjero, en razón de que el local comercial cuenta con reconocimiento facial y el sindicado ya habría ingresado a otra sucursal para cometer hecho similar. Por esta repetición de la conducta delictiva, el Juzgado ordenó la prisión.

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Otro problema considerado por el Juzgado es que el argentino no tiene un domicilio fijo y en ese contexto no hay condiciones para otorgarles una medida sustitutiva a la prisión.