La jefa del Comando Sur, la general Laura Richarson, se prepara para visitar Ecuador junto con expertos antinarcóticos y diplomáticos, para asistir al presidente, Daniel Noboa, en el combate contra el crimen organizado. Noboa dijo ayer que aceptaba también la ayuda de Argentina, pero con este país está pendiente la coordinación de actividades.
Noboa declaró a Ecuador como país en guerra, luego de que las bandas armadas hayan tomado un canal de televisión, una Universidad y saqueado a casas comerciales y a personas que circulaban por las calles.
Los últimos informes indican que las bandas armadas, narcotraficantes, tendrían 20.000 miembros y siembran terror en el país desde el domingo en represalia por las políticas de mano dura del gobierno para doblegarlos.
Los conflictos aún continúan, inclusive en las cárceles donde el gobierno no puede liberar todavía a 178 funcionarios que siguen como rehenes dentro de las penitenciarías y en las calles cada tanto estallan artefactos explosivos, arden vehículos y suenan disparos, según informa este sábado la prensa local.
“Hemos aceptado el apoyo de Argentina, hemos aceptado el apoyo de los Estados Unidos (…) no es momento de por ego o vanidad, decir que no”, dijo ayer el mandatario de 36 años. Brasil también ofreció su equipo de élite de la Policía para sumarse al operativo.
“Necesitamos apoyo militar, en fuerza de personas, de soldados. Así como asistencia en inteligencia, artillería y equipamiento”, agregó Noboa.
Mientras tanto, hay tensión en la frontera con Colombia. Ecuador había resuelto enviar a este país a los delincuentes colombianos que fueron capturados entre las bandas armadas que irrumpieron y asesinaron en Ecuador; pero Colombia se opuso a la deportación masiva, porque eran como cuatro mil hombres, según los informes de la prensa local.