Observando la línea de contenidos de la mayoría de los grupos que apuntan pasar las internas o van directamente a las elecciones generales del 2023, poco o nada tienen en agenda posibles soluciones a la realidad nacional. Hasta parece que la agenda política va en paralelo a las necesidades de la población.
Aunque algunos analistas aclaran que la mayoría de los sectores políticos todavía están en el período de las internas, aun así resulta llamativa la poca o nada de propuestas que se escuchan en las reuniones y mítines. Las campañas proselitistas, más bien, se caracterizan por la única insistencia de pretender mostrar las fortalezas de los aliados y denostar contra los circunstanciales adversarios.
La mencionada realidad se da por igual dentro del Partido Colorado como en sectores de la oposición. En la ANR, aunque bajaron el tono de las agresiones, se mantiene la ausencia de ideas claras para resolver el momento. El oficialismo gubernamental, liderado por Mario Abdo Benítez, usa a sus voceros para hacer propaganda de gestión. Los cartistas, en tanto, como máximo tratan de comparar subjetivamente la gestión del ex presidente Horacio Cartes con el actual mandatario.
La llamada Concertación Nacional tampoco aporta mucho. Su principal figura Efraín Alegre insiste con eso de «mafia o patria», sin dar planes esperanzadores. Los demás casi están en el mismo molde de abusar del marketing político olvidando que buena parte de la ciudadanía espera algo más creíble que el discurso hueco, que aparece en cada proceso electoral.