La Junta Municipal de Asunción esta compuesta por 24 concejales electos por voto popular. Su función es legislar, controlar y fundamentalmente representar y defender los genuinos intereses de los ciudadanos.
El caso Parxin revela a cuerpo completo que hoy en día no se cumplen ni por asomo estas tres prerrogarivas y que no nos equivocamos al afirmar que tenemos a la fecha un legislativo desconectado con sus mandantes.
En este caso, primeramente los concejales de otro tiempo actuaron como cómplices al dar su visto bueno a este contrato leonino y plagado de asimetrías en cuanto a los beneficios a la empresa encargada de la explotación del estacionamiento tarifado.
Otro punto grosero fue el total y absoluto ninguneo de parte de la Junta a la iniciativa popular de recolección de firmas para que el asunto sea al menos tratado en el pleno.
Los concejales deben ser conscientes del rol que les toca y que no pueden ni deben estar ajenos ante este tipo de situaciones.
Todavía están a tiempo de torcer el rumbo y ser el instrumento de control y representación que esperan y se merecen los asuncenos