En editoriales anteriores hablábamos acerca del parate comercial y su consiguiente falta del circulante de dinero en la que en su momento fue conocida como «tierra de las oportunidades».
Pero al mismo destacábamos el enorme potencial a futuro inmediato de Ciudad del Este y su enorme capacidad de resiliencia.
Justamente, esa resiliencia altoparanense quedó plasmada en el primer día del Black Friday, que por más que su nombre anglosajón signifique viernes, se extenderá hasta el día sábado en el Este del país.
Este miércoles pudimos apreciar con una mezcla de asombro y satisfacción la cantidad de extranjeros que ingresaban para comprar productos de toda índole aprovechando los fabulosos descuentos de hasta el 70%.
Imágenes que veíamos hace décadas pasadas y que pensamos que no se repetirían se sucedieron ante nuestros ojos.
La zona comercial de Ciudad del Este volvió a su esplendor de años anteriores, y por minutos nos olvidamos de los coletazos negativos que tuvieron las medidas sanitarias que se aplicaron a consecuencia de la pandemia.
De más esta decir el gran aprecio y cariño que tenemos a una zona del país que sabe lo que es madrugar y la valía del trabajo sacrificado. Esperamos que esto sea el empujón definitivo para la reactivación de esa zona. También que en consecuencia las autoridades locales y nacionales tomen nota. Ciudad del Este debe avanzar hacia su modernización.
