Por: Juan Carlos A. Moreno Luces
El politólogo y miembro de la Fundación para la Defensa de las Democracias de Washington, Emanuel Ottolenghi, evidenció que a través de la diplomacia el Poder Ejecutivo del Paraguay es usado por los EE.UU. cómo un campo de experimentación.
Estas afirmaciones desnudan el acertijo y las razones reales del porqué de la calificación de significativamente corruptos a dos políticos paraguayos.
El análisis de Ottolenghi, genera una serie de hipótesis al respecto. Pero desnuda, la abierta intromisión política de la administración Biden en Paraguay.
Si observamos la región, en Argentina tenemos una Vice Presidenta con cargos penales y juicios en puerta. En Brasil, un candidato a Presidente, destituido en su momento por hechos de corrupción y casualmente ambos de una marcada orientación ideológica progresista con aditamentos inclusivos.
Me pregunto, si este punto es el de mayor peso y el real propósito de una nueva agenda de los EE.UU. para la región.
Las preguntas del momento, probablemente no tengan respuesta inmediata.
Pero existen indicios e inclinaciones pertinentes al respecto.
No voy a introducirme en este campo para no herir susceptibilidades. Pero las designaciones y los mensajeros corroboran este pensamiento.
Valdría la pena, que la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República del Paraguay, curse una invitación al politólogo Ottolenghi, con el fin de conocer mayores detalles sobre sus dichos.
Es preocupante saber que seguimos siendo un campo de experimentación y lo más grave, es el silencio de nuestras autoridades diplomáticas al respecto.
O será, que el silencio es parte de un acuerdo para desarrollar las nuevas teorías y mantener un status quo obsecuente a intereses que trascienden lo clásico o lo ético!?
Ottolenghi, es muy claro al respecto dejando entrever que las autoridades paraguayas de turno son totalmente incapaces para interrogarse al respecto.
Y lo peor, es qué es una gran verdad !
