El Partido Colorado va a las internas presidenciales con una característica conocida. Por un lado, el oficialismo en el Gobierno haciendo de oposición a la Junta de Gobierno. En tanto, los colorados alineados a la conducción partidaria jugando de oposición a la conducción gubernamental.
Quiénes observan la historia colorada se encuentran con una situación conocida. La administración de Mario Abdo Benítez se presenta como candidato de cambio a la Junta de Gobierno que hoy preside el diputado Pedro Aliana. Éste, por su lado, como representante del oficialismo partidario tiene como candidato al ex presidente Horacio Cartes. En tanto, los cartistas tienen a la dupla Santiago Peña y al mismo Aliana como opción de renovación en el Gobierno, enfrentando así a quienes quieren mantener el liderazgo gubernamental con la chapa a Arnoldo Wiens y Juan Manuel Brunetti.
La competencia electoral se puede resumir, básicamente, entre el aparato oficial, que tiene a Abdo Benítez como gobernante, y a Cartes, con el poder de la billetera. De hecho, la Asociación Nacional Republicana (ANR) es una entidad partidaria que basa mucho su poder de movilización en la estructura y el poder del dinero.
La nueva pugna electoral, como se podrá comprobar, de nuevo se sustenta en un Partido Colorado, que tiene a su Junta de Gobierno haciendo oposición a la gestión de Gobierno, y los referentes del gobierno central tratando de tomar la conducción de la Junta de Gobierno. Ergo, la ANR se mantiene en el doble juego de oposición y gobierno.
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