Desde el hospital Acosta Ñu, con profundo dolor, informaron del fallecimiento del niño de 12 años quien días atrás fue picado por un venenoso alacrán. Por varios días estuvo luchando en terapia intensiva por su vida, pero en sus últimas horas, su cuadro fue empeorando y en loable gesto, aunque siempre esperando un resultado mejor, la familia dio su permiso para realizar la donación de sus órganos.
Sabiendo que los resultados no eran los mejores desde que el chico fue diagnosticado con muerte cerebral, la familia decidió si el resultado fuera el que se temía, los órganos del niño serían donados para aumentar la esperanza de vida en otras familias, un gesto de difícil decisión pero que al final expande la posibilidad de que el pequeño siga viviendo en otra persona.
Lastimosamente, en la noche del miércoles se produjo su fallecimiento a causa de complicaciones con el edema cerebral que se formó luego de presentar ligeras mejorías que daban esperanzas a sus seres queridos. Luego comenzó a no presentar actividad cerebral por lo que evidenciaba que tenía muerte cerebral, afectando esta condición a otros órganos vitales lo que produjo su deceso.
Órganos donados
En un acto de amor y previendo la situación en otro punto de vista, la familia accedió a donar sus órganos. Finalmente los riñones y las córneas, traerán esperanzas a más familias que esperan desde hace tiempo un trasplante de órganos. Según los profesionales en ablación, lastimosamente el corazón del niño no pudo ser utilizado para el efecto por lo comprometido que estaba luego de la picadura del arácnido y fue desechado para trasplante.
De todos modos, el amor de los padres fue muy digno, la posibilidad de que pueda continuar su vida en el cuerpo de otra persona, hace que las familias tengan una parte aún viva de los que nos dejan. Esta a su vez, alimenta las esperanzas de tantas personas que desean mejorar su calidad de vida.
