Hoy lunes, los guardiacárceles de la Penitenciaría de Tacumbú, seguían sin ingresar al interior del penal para realizar sus labores, por lo que seguirán apostados frente al recinto en la fecha. Siguen aguardando las garantías para volver a ingresar, para ello solicitan el cumplimiento del seguro de vida de cada funcionario.
La calma reina en el exterior, mientras que adentro de la cárcel de máxima seguridad, el panorama es incierto desde que hace como una semana atrás, comenzara la revuelta interna que terminó con varias peticiones del clan Rotela, quien aparentemente la relativa paz que reina es gracias a la buena voluntad de sus miembros, ya que muy pocos se animan a ingresar donde se encuentra la población penal.
En algunos contados casos, guardias penitenciarios ingresan a hacer rondas dentro, son apenas 12 los funcionarios que actualmente verifica a unos 2.700 presos dentro de la cárcel. El resto, unos 50, cumple apenas con marcar presencia para luego realizar tareas externas de vigilancia, por temor a ingresar y ser tomados de rehenes por los miembros de la facción paraguaya.
En la mañana del domingo, las autoridades escucharon a los guardiacárceles que pedían mayores garantías para cumplir con sus funciones dentro del penal, luego del amotinamiento y toma de rehenes que ocurrió la semana anterior.
En la reunión realizada en la sede mutual de Institutos Penales, se resolvió que las autoridades debían garantizar un seguro de vida a los funcionarios y que se cumpla la Ley Orgánica del Agente Penitenciario, para que ellos puedan ingresar al interior a cumplir su trabajo. Al menos hoy desde tempranas horas del lunes no se tenía novedades de ese pedido, por lo que los agentes se mantuvieron aún en el lado externo.