El 5 de octubre de 1943, mediante el Decreto Ley Nº 655, el gobierno de Higinio Morínigo promulgó el «Régimen Monetario Orgánico de la República del Paraguay,» estableciendo así al Guaraní como la moneda oficial del país.
La implementación de esta medida tenía como objetivo principal garantizar la estabilidad económica, fortalecerla, y reafirmar la independencia y soberanía monetaria. Con esta acción, el Guaraní reemplazó al Peso paraguayo, que había estado en circulación hasta ese momento.
Un hito significativo en la historia del Guaraní ocurrió en 1952, cuando se creó el Banco Central del Paraguay mediante el Decreto Ley Nº 18 del 25 de marzo de 1952. A partir de entonces, el banco asumió la responsabilidad de emitir billetes en el país. La regulación actual de estas emisiones se rige por la Ley 489/95, conocida como la Ley Orgánica del Banco Central del Paraguay, promulgada el 29 de junio de 1995.
El año 1998 marcó otro importante desarrollo en la historia del Guaraní, ya que se emitieron los primeros billetes de 100,000 guaraníes, que aún se utilizan en la actualidad como el billete de mayor valor.
Posteriormente, en 2005, se introdujeron los primeros billetes de 20,000 guaraníes, seguidos en 2008 por la emisión de los billetes de 2,000 guaraníes, fabricados en polímero.
En el ámbito de las monedas, en 2006 se acuñaron nuevas denominaciones de 50, 100, 500 y 1,000 guaraníes, fabricadas en níquel y acero, y se pusieron en circulación en 2007, manteniéndose en uso hasta el día de hoy.
En 2018, el Banco Central del Paraguay (BCP) presentó un proyecto de ley al Congreso Nacional con la intención de eliminar tres ceros de la moneda y emitir nuevos billetes bajo la denominación de «Nuevo Guaraní». Sin embargo, esta iniciativa no prosperó debido a preocupaciones sobre posibles confusiones. A pesar de sugerencias posteriores de eliminar manualmente los ceros adicionales de los billetes existentes, finalmente se decidió mantener la moneda del Guaraní paraguayo sin cambios en su denominación.
Hoy en día, el Guaraní es una de las monedas más antiguas de América Latina y se destaca por su estabilidad cambiaria, marcando ocho décadas de continuidad como la moneda nacional de Paraguay.
