Paraguay resguarda con orgullo, como parte de su inacabable acervo cultural, una manifestación única: la guaranía, un género musical creado por José Asunción Flores en la primera mitad del siglo pasado, en el año 1925.
Decimos que la guaranía es mucho más que música, ya que se erige como un compendio de historias y emociones que capturan las mismas raíces de nuestra cultura nacional, y trasciende hacia valores universales que pregonan la unificación y la concordia entre los pueblos.
Sus melodías evocan la belleza de los paisajes, la pasión de su gente y las tradiciones arraigadas en el alma colectiva. Desde sus orígenes, la guaranía se ha convertido en un símbolo de identidad nacional, y hoy en día es admirada en todo el mundo, hasta tal punto que compatriotas estudiosos de la música apoyan y acompañan la postulación de este género musical como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ante la UNESCO.
Ella ha tenido grandes valedores, siendo el mismo José Asunción Flores el compositor de títulos eternos como «India», «Ne rendape ajú» y «Panambí Verá», entre otros, con letras del poeta Manuel Ortiz Guerrero; el cantante y compositor Agustín Barboza, destacándose «Mi patria soñada» como un grito de esperanza hecho canción, o la maravillosa estampa que nos regaló Maneco Galeano con «Soy de la Chacarita», por mencionar solo algunas de las tantas obras que resaltan la dulzura propia de la guaranía.
Además, sigue vigente y ha evolucionado a lo largo del tiempo, adaptándose a nuevas influencias y fusionándose con otros géneros musicales, lo que ha originado un debate entre puristas y tradicionalistas sobre la procedencia o no de estas adaptaciones.
A pesar del bando que uno ocupe en tal debate, esto demuestra su capacidad de reinventarse manteniendo su esencia, trascendiendo las barreras del tiempo como expresión viva y vibrante, tal y como en sus primeros años.
En un mundo cada vez más globalizado, Paraguay celebra su identidad a través de la guaranía como un ejemplo de unión, trascendiendo fronteras y creando lazos de entendimiento y aprecio mutuo.
Esta jornada especial nos congrega en torno a la reflexión sobre la importancia que radica en la preservación y divulgación de nuestras raíces culturales.
En conclusión, el Día de la Guarania nos brinda la maravillosa oportunidad de celebrar que somos paraguayos.