Tratando de responder a las críticas que recibe, Nicanor Duarte Frutos buscó un espacio de prensa para continuar con sus medias verdades. Obviamente, lo hizo con su porte de sabelotodo y queriendo presumir que la audiencia es tonta y que sus dichos representan una sacrosanta verdad.
En ese relato insistió que la plata de Yacyretä no deviene de los impuestos. Lo que no dijo es que la plata que Yacyretä se obtiene por la venta de energía que paga la gente. Ni mencionó que con buena gestión, la población pagaría un menor precio. Ignoró que se abona una energía cara, que incluye el pago de deudas espúrias y energía que va para el desarrollo de Argentina.
Habló de que el presupuesto de la binacional no fue inflado y criticó la mala gestión de administraciones anteriores. Lo que no señaló es que él también fue incapaz de sanear la administración. Al principio de su gestión hizo un gran show sobre supuestos despidos de planilleros; lo real es dejará más funcionarios y planilleros en la EBY.
Se jactó de la distribución de víveres. Lo que ocultó fue decir cuánto pagó por cada kilo de galleta, amén que no es la función principal y vital de Yacyretá entregar arroz, azúcar y yerba.
Lo probado es que el inefable fracasó. Eso está ilustrado en que en su gestión escondió la posibilidad de renegociar el anexo C. Ademas permitió que aumentara las deudas y dejó que Argentina sólo pague mensualmente USD 10 millomes de los USD 18 millones que pagaba.
En mejores condiciones de gestión a favor de Paraguay, nuestros compatriotas no necesitarían mendigar dos kilos de harina para la tortilla, que tampoco cumple y es por eso hay un grupo de ciudadanos protestando frente a la Entidad Binacional.