Con la incertidumbre de si el actual presidente Jair Bolsonaro aceptará un resultado adverso en las elecciones, los brasileños comenzaron a acudir en la mañana de este domingo a los locales de votación.
Más de 156 millones de brasileños están habilitados para concurrir a la primera vuelta de unas elecciones generales decisivas.
Los favoritos, según las encuestas, son el ultraderechista y actual presidente, Jair Bolsonaro, quien busca la reelección, y el izquierdista Lula da Silva, expresidente entre 2003 y 2011.
Los sondeos dieron una clara ventaja al candidato del Partido de los Trabajadores.
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Esta mañana, el presidente Jair Bolsonaro (PL) votó en la Escuela Municipal Rosa da Fonseca, en Vila Militar, al oeste de Río de Janeiro.
Ante consulta de los periodistas sobre si aceptará el resultado de las elecciones, el presidente no respondió.
“Con elecciones limpias no hay problema, que gane el mejor”, dijo, antes de votar.
«Entonces está bien. Primera vuelta. Y las elecciones limpias tienen que ser respetadas», respondió después tras depositar su voto.
Este será un mejor país, dijo Lula
A su turno el ex presidente y actual candidato Lula da Silva votó en la Escuela Estadual Firmino Correia de Araújo, en São Bernardo do Campo, región metropolitana de San Pablo. Llegó acompañado por su esposa, Rosângela da Silva; su candidato a vice, Geraldo Alckmin; y el aspirante del Partido de los Trabajadores al gobierno de San Pablo, Fernando Haddad.
“Este será un mejor país”, indicó Lula tras emitir su voto y abogó por que «vuelva a la normalidad. Hay que trabajar y producir”, dijo.
