La juez, Rosarito Montanía, ordenó el bloqueo de cuentas e inhibición de comprar y vender bienes de los supuestos responsables de envío de 10 toneladas de cocaína a Europa: Gonzalo Aparicio Sosa Izaguirre y Guillermo Federico Rey Torres. Además, decretó la rebeldía de los mismos. La resolución fue a pedido de la Fiscalía.
La Fiscalía justamente imputó a las citadas personas por narcotráfico, porque según las investigaciones de la SENAD, ellos serían parte del bloque empresarial que actuó en Paraguay para la remisión de la carga a Hamburgo, Alemania, donde la misma fue incautada.
El bloque empresarial estaba integrada por 4 personas, de las cuales dos de ellos fueron plenamente identificados: Guillermo Federico Rey Torres, paraguayo de 40 años, y Gonzalo Aparicio Sosa Izaguirre, uruguayo de 38 años, contra quienes hay órdenes de captura.
El uruguayo posee documento paraguayo falso, con el nombre de Victor Fabio Miranda González. Se hacía pasar como si fuera oriundo de Caaguazú, según los investigadores. En la imagen de arriba, se observan las drogas envueltas en bolsas negras, en un pasillo de la Aduana de Hamburgo.
El paraguayo, Guillermo Federico Rey Torres, paraguayo, de 40 años, también usaba documento falso con el nombre de Hugo Milciades Cabrera González y supuestamente es de Coronel Oviedo. Tiene antecedentes por tenencia de drogas sin autorización en el 2017.
La investigación del caso está a cargo de la SENAD bajo la coordinación de la Fiscalía. Hay dos prófugos. Aparentemente, los empresarios se organizaron en bloques y los cuatro (dos identificados más dos prófugos) serían del primer bloque. Los investigadores ya realizaron 9 allanamientos, según informes de la SENAD.
Imágenes de la SENAD:
COMPLICIDAD
Este hecho complica e implica a la Dirección de Identificaciones de Paraguay. Los documentos de identidad parecen auténticas en su forma, pero falso en su contenido.
El envío de la carga también involucra a funcionarios de las Aduanas, tanto de Paraguay como de Uruguay. La barcaza, con los contenedores, salieron de Paraguay el 15 de mayo pasado y entre el 31 de mayo y 1° de junio estuvo en el Puerto de Montevideo, según la prensa uruguaya. También destaca la sospecha de que hay complicidad de funcionarios en el tráfico de drogas. Tanto la Fiscalía paraguaya como la uruguaya investigan la salida del cargamento.
En el caso de Uruguay, la investigación está a cargo de la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero. La agente pidió informes sobre la llegada y y la salida del cargamento. Según los primeros datos, la carga sólo estuvo un día en Uruguay y se iba dentro de contenedores con sésamo. La Aduana de Paraguay hasta ahora está en silencio y el presidente, Mario Abdo Benítez, también.