En un rápido pero seguro golpe al contrabando de combustible, autoridades argentinas de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) requisó más de 80.000 litros de combustible que eran trasladados en dos camiones cisterna y pretendían ser comercializados de manera irregular en Paraguay. En contrapartida, en Paraguay se demuestra un pálido movimiento.
Dos camiones cisternas que transportaban combustibles, de alguna manera puso en dudas a las autoridades argentinas por lo que al chequear el transporte, en el sistema encontraron que podría tratarse de un fraude tributario, procediendo a detener la carga valuada en 19.500.000 pesos argentinos (312.000.000 millones de guaraníes).
Según los intervinientes de AFIP, lo que se interdictó fueron 80.000 litros de combustible que eran trasladados en dos camiones cisterna y pretendían ser comercializados de manera irregular en Paraguay.
La carga, consistía en 66.000 litros de nafta súper y 15.000 litros de diésel. El operativo fue llevado adelante por agentes de la Dirección General Impositiva (DGI) y de la Dirección General de Aduanas del vecino país sobre la ruta 11.
Lo que alertó a los interventores fue que los camiones se dirigían a la localidad formoseña de Laguna Naick Neck para ser entregados a una persona con antecedentes en la base de contribuyentes no confiables, es allí que las alarmas.
Resultado mucho menor en Paraguay
En nuestro país, durante el lunes 10 de julio se realizaron algunos allanamientos que terminaron en la incautación de 2.000 litros de combustible, presuntamente de contrabando. Esto, luego que el fiscal de la Unidad Especial Anticontrabando, Irán Suárez, ejecutara un procedimiento en el barrio Santa Librada de Presidente Hayes.
Además se llegó a decomisar un vehículo a nombre de Joel Cabrera Aguilar, el cual contenía combustible de dudosa procedencia y según el cálculo, la pérdida rondaría los 45.000.000 de guaraníes.
Del operativo en Presidente Hayes participaron miembros del Departamento especializado contra Hechos Punibles Económicos de la Policía Nacional en conjunto con la Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA).
Lastimosamente los resultados siguen siendo mucho menores en nuestro país, nada comparado con los esfuerzos vistos en Argentina. La única manera de desalentar este flagelo es atacando a quienes manejan el negocio ilegal en Paraguay y también a aquellas autoridades permisivas que avalan las grandes operaciones que tanto daño están causando a nuestra economía con el informalismo.
