La investigación judicial sobre el caso celular para Tío Rico se va profundizando y ya va más allá de un simple teléfono que se quiso ingresar en la cárcel. Primero, el sospechoso era el coronel Luis Belotto Quiñonez (izq.), de alto cargo en las Fuerzas Armadas. Como Belotto fracasó en su intento, entró su esposa en el enredo y también fracasó. Ahora las pesquisas se profundizan contra el abogado de Tío Rico, de nombre Miguel Mendieta y no sólo por el tema del teléfono sino de algo más profundo en el sistema del crimen organizado.
El juez, Humberto Otazú, dio la orden para que la Fiscalía revise 24 dispositivos electrónicos pertenecientes al abogado Miguel A. Mendieta. Entre esos dispositivos hay computadoras personales, CPUs, teléfonos celulares, pendrives, entre otros. Una vez revisado, ordenó que se devuelvan las pertenencias al abogado y que el Juzgado se quede solamente con aquellos que guardan relación con el juicio.
Los investigadores sospechan que en algunos de esos dispositivos están los datos no solamente sobre Tío Rico sino también referencias sobre todo lo relacionado al Operativo A Ultranza Py, que es el mayor operativo contra el crimen organizado que se inició en Paraguay. En la fecha, los aparatos fueron llevados al propio Juzgado para su revisión.
El juez Otazú había ordenado la prisión preventiva de Miguel Mendieta. Según la investigación fiscal, Mendieta hablaba con el coronel, Belotto, también detenido, sobre la forma de introducir el teléfono celular en la celda de Tío Rico. La Fiscalía había confirmado, luego de la declaración del coronel, Luis Belotto Quiñonez, que éste contactó con Tío Rico desde el inicio de su prisión en Viñas Cue. Belotto había declarado en la Fiscalía de Delitos Económicos.
Belotto le habría dicho al abogado que el celular ya estaba en el paquete de yerba Curupi y que seguramente ya le habrán entregado. Le pidió al abogado para que le pregunte a tío Rico si ya recibió, a lo que Mendieta respondió: «parece que no entregaron todavía». El juez ordenó la prisión de Mendieta por participar en estas negociaciones a favor del supuesto narco y, en la fecha, recibió las evidencias que fueron incautadas de su oficina. Luego, le devolvió todo lo que no tenía nada que ver con el juicio.
Lo incautado en el allanamiento realizado al estudio jurídico y a la casa del abogado de Miguel Mendieta fue puesto a disposición del juez Otazú y ante él serán analizadas las pruebas que serán relevantes en la investigación por supuesto soborno agravado. En principio, a Mendieta le investigaron sólo por el intento de soborno a un personal militar de Viñas Cue para introducir un teléfono celular a la celda de su cliente que actualmente está en esta cárcel militar; pero ahora se amplía la hipótesis y el caso se va complicando.
