En un fallo que puede considerarse clave en tiempos de imposiciones ideológicas o sectoriales por efectos de la fuerza o lo «políticamente correcto», la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos reivindicó el derecho a la libertad de expresión de Lorie Smith, una diseñadora y creativa que se había negado a desarrollar un sitio web para una pareja gay que tenía planes de bodas.
Si bien ciertas agencias internacionales y hasta periódicos norteamericanos de tendencia demócrata han calificado el hecho como una «derrota de los derechos gay», en realidad el fallo suscribe la tesis centenaria de la Corte a favor de la libertad de expresión como uno de los derechos fundamentales del sistema democrático, y piedra esencial de la nación contenida en el «Bill of Rights» que los padres de la nación suscribieron en los albores de la misma.
La Corte falló 6-3 a favor de la diseñadora Lorie Smith, rebatiendo la tesis de una ley del Estado de Colorado que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual, raza, género y otras características. Smith argumentó que la ley viola sus derechos de libertad de expresión.
La diseñadora Lorie Smith, protagonista de esta historia, es diseñadora gráfica, dueña de 303 Creative, una firma con sede en Denver, en la que se dedicaba a ejercer su profesión.Años atrás, tuvo el propósito de ampliar sus servicios, por lo que empezó a ofertar el diseño de páginas web para parejas que planeaban casarse. Sin embargo, se encontró con la vigencia de una ley estatal, la ley contra la discriminación según la cual, ninguna empresa podía negarse a dar una prestación por razones de sexo, raza, religión, entre otros.
Lorie Smith dijo en sus argumentos que su fe cristiana le impediría crear sitios web que celebren matrimonios entre personas del mismo sexo. Y ahí es donde entra en conflicto con la ley estatal.
Smith y sus partidarios manifestaron que un fallo en su contra obligaría a los artistas, desde pintores y fotógrafos hasta escritores y músicos, a hacer trabajos que van en contra de sus creencias.
La decisión es una victoria para los derechos religiosos y forma parte de una serie de casos en los últimos años en los que los jueces se han puesto del lado de los demandantes religiosos. El año pasado, por ejemplo, la Corte falló a favor de un entrenador de fútbol americano que rezaba en la cancha de su escuela pública después de los partidos, en una línea ideológica similar. A pesar de haber ampliado los derechos de la comunidad LGBT+, el tribunal supremo ha sido cuidadoso al afirmar que se deben respetar las diferentes opiniones religiosas. La creencia de que el matrimonio sólo puede ser entre un hombre y una mujer es una idea que “ha sido sostenida, y continúa siendo sostenida, de buena fe por personas razonables y sinceras aquí y en todo el mundo”, escribió el juez Anthony Kennedy en la decisión sobre el matrimonio homosexual de la corte.