El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, decretó el reajuste del salario mínimo, tal como estaba anunciado, a Gs. 2.680.373, siendo el jornal diario mínimo de 103.091 guaraníes. El aumento del salario es la suma de 130.065 guaraníes. Las centrales obreras consideran una burla el reajuste establecido.
Abdo no modificó absolutamente nada de la recomendación hecha por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAM), pese a la oposición de la representación de la clase trabajadora y el cuestionamiento de la forma de cálculo de la inflación. El salario mínimo del trabajador del sector privado tuvo un reajuste del 5,1%, según el informe del Banco Central del Paraguay y sobre esto se basó la CONASAM.
Las centrales obreras pidieron 645.000 guaraníes de reajuste y Marito otorgó 130.065 guaraníes. «El 5% no alcanza ni para comprar un paquete de yerba. Cada año falsean los datos. No vamos a avalar una burla», había dicho Miguel Zayas, presidente de la Central Nacional de Trabajadores (CNT) cuando CONASAM decidió su recomendación.
«No hubo acuerdo y decidimos retirarnos de la mesa. No podemos seguir aguantando las diferencias por lo mal que pasa el trabajador con el salario mínimo», fue lo que dijo Ramón Ávalos, representante de trabajadores ante la Conasam.
El sueldo mínimo era de G. 2.550.307. Con el reajuste del 5%, el salario queda en G. 2.680.373 guaraníes.
Las centrales obreras rechazan el cálculo que hace el Banco Central del Paraguay para decir que al reajuste salarial debe aumentar el 5%. «No sabemos de dónde saca el BCP ese cálculo, porque realmente es una burla para los trabajadores. El gobierno quiere aumentar 5% y después los empresarios van a decir que suben los precios de los productos nuevamente porque subió el sueldo mínimo. La directora de Conasam, Karina Gómez, titular de la Dirección del Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) solamente jugó por el lado del gobierno y no escucha a los trabajadores», señaló Zayas.
Zayas esperaba que el presidente Abdo convoque a los dirigentes de las centrales obreras antes de tomar una decisión, pero no ocurrió. Abajo, una copia del decreto: