Padres y alumnos, desafiando la penumbra manifestando la revisión del horario oficial, llegaban preocupados ante una situación que, según manifestaron, pone en riesgo diario a cientos de estudiantes. Este lunes amaneció frío en ese momento y aún era oscura la madrugada, cuando el movimiento frente al Colegio Nacional de la Capital comenzó a hacerse evidente.
En conversación con la 1020 AM, uno de los padres, llegado desde Mariano Roque Alonso, relató su temor: cada jornada debía levantarse a las cuatro de la mañana para acompañar a su hijo, luchando contra la doble amenaza de la inseguridad y la escasa disponibilidad de buses.
Buscan revisión de horario oficial porque complica a escolares
La inquietud común giraba en torno a la revisión del horario oficial de verano como el único en el país. El clamor fue unánime: rever la normativa vigente.
Las voces de los padres se mezclaron entre las calles oscuras y los murmullos de preocupación. Una madre, quien arribó desde Sajonia, recordó que las paradas de ómnibus carecían de acompañamiento policial en las horas críticas, dejando a niños y adolescentes completamente expuestos y a merced de lo que ocurra durante la falta de luz diurna.
Mientras las autoridades disponían de una patrullera frente al colegio, los padres advirtieron que la seguridad no se replicaba en las zonas de mayor vulnerabilidad, precisamente donde los alumnos aguardaban el transporte público.
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No solo el turno de la mañana está afectado
La crítica no se limitó a los estudiantes del turno mañana. También los alumnos del turno tarde enfrentaban un escenario similar, pues a las 19:00 ya dominaba la noche, y con ella se acrecentaba el temor.
La falta de buses regulares se sumó como un reclamo constante. Varias madres comentaron la necesidad de esperar largos periodos para abordar un colectivo, aumentando el riesgo en cada minuto de espera.
El pedido fue claro y recurrente: revisar y modificar la ley que estableció el actual régimen horario. Para ellos, no se trataba de una cuestión de comodidad, sino de resguardar la vida e integridad de los hijos que día tras día debían enfrentarse a un entorno hostil y oscuro.
Urgente revisión del horario de verano
En la escena de las inmediaciones del Colegio Nacional de la Capital se notaba la urgencia de una respuesta estatal. Padres de diversos barrios coincidieron en que el horario impuesto no se adapta a la realidad social y de seguridad actual.
Clamaron por un ajuste que priorice la protección de los estudiantes, convencidos de que una revisión inmediata de la ley podría evitar tragedias y devolver a los ciudadanos la tranquilidad en sus rutinas cotidianas.
El sentimiento generalizado era de frustración, pero también de esperanza en que las autoridades escuchen el llamado.
Entre los rostros marcados por la preocupación y las palabras firmes de quienes se niegan a resignarse, la necesidad de una respuesta concreta quedó estampada en las calles aún envueltas en sombras.
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