Este sábado 26 de abril, el doctor Jorge Acosta celebró su 95º aniversario de vida en el marco de un encuentro familiar íntimo, donde sus 9 hijos, 27 nietos y 36 bisnietos se reunieron para rendirle homenaje. Sus familiares rindieron homenaje a su patriarca, otorgándole aún mayor emotividad a la jornada.
Nacido el 20 de abril de 1930, el doctor Acosta ha sido protagonista de la historia deportiva paraguaya, siendo hoy el único fundador vivo del Comité Olímpico Paraguayo (COP).
Con una trayectoria vasta y dedicada, fue ex presidente de la Federación Paraguaya de Atletismo, director del Clan de la Salud, y titular del Departamento Biomédico del COP. Como médico y profesor de educación física, brindó durante años atención médica gratuita a centenares de deportistas, realizando evaluaciones biomédicas pioneras en la medicina deportiva nacional, todo ello sin percibir honorario alguno.
El doctor Jorge Acosta forjó huellas en el atletismo sudamericano
Durante la celebración, el doctor Acosta evocó uno de los capítulos más memorables de su vida dirigencial: la organización del primer campeonato sudamericano de atletismo en Paraguay, durante el gobierno de Alfredo Stroessner, en la década de 1970. Como presidente de la Confederación Sudamericana de atletismo, convenció al entonces presidente Stroessner para que el país asumiera el desafío, evitando así que el torneo se trasladara a Perú u otra sede.
No escatimó esfuerzos. Para asegurar la concreción del evento, llegó a hipotecar su propia casa, demostrando que su compromiso con el deporte iba más allá de los discursos. Asimismo, mencionó su trabajo conjunto con destacados dirigentes deportivos como los Carrizosa, nombres que marcaron época en el desarrollo institucional del atletismo.
La vida deportiva como legado a sus descendientes
Entre los momentos más emotivos del homenaje, se destacó el testimonio de sus hijos. Jorge José Ignacio Acosta Cazal (69), el hijo mayor, recordó cómo asumió desde joven el peso de ser un modelo para sus hermanos. «Ser el mayor siempre es una presión. Después de los padres, uno debe asumir esa responsabilidad», manifestó, asegurando que su labor de guía fue valorada y recordada por toda la familia.
Por su parte, Jorge Antonio Acosta, el hijo menor, describió a su padre como un militante del deporte, alguien que vivió su vocación no por motivos económicos ni profesionales, sino por pasión genuina. “Él decidió aportar algo importante para la vida nacional. Fue pionero, coherente con lo que predicaba”, expresó con evidente emoción.
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Testimonios de ex alumnos del Colegio Goethe
Una sorpresa especial en el homenaje fue la presencia de ex alumnos de la promoción 1978 del Colegio Goethe de Asunción. Entre ellos estuvieron Luis Codas Riera, Victoria Diesel, Marta Ortiz, Luis Guanes y Roberto Stuart, además de Charito Acosta, hija del homenajeado y compañera de promoción.
«Lo que recordamos del profesor Jorge Acosta era su seriedad«, narraron, describiendo cómo antes de su llegada la gimnasia era vista como mera recreación. Él instauró el concepto de disciplina en el deporte, haciendo entender que el atletismo requería esfuerzo y compromiso. «El colegio tuvo un antes y un después. Nos hizo amar el deporte y entender que la disciplina era fundamental», señalaron.
Relataron con alegría que bajo su liderazgo, el Colegio Goethe comenzó a participar activamente en competencias intercolegiales y hasta en intercambios deportivos con colegios de Argentina. Recordaron también la estricta formación en atletismo, mencionando el desempeño de compañeras como Victoria Diesel y Marta Ortiz, y la anécdota del récord en salto alto batido en aquellos años.
Un héroe del deporte y excelente dirigente deportivo paraguayo
Al recorrer los recuerdos de quienes compartieron etapas de su vida, la figura del doctor Jorge Acosta emergió por su constancia, sacrificio y amor al deporte. Su influencia trascendió su familia y su generación de alumnos, instalándose en la historia del deporte paraguayo como uno de sus pilares fundamentales.
Hoy, a sus 95 años, su legado continúa latiendo en cada atleta, en cada dirigente, en cada joven que entiende que la disciplina y el amor por el deporte son valores que se cultivan para toda la vida.
Rodeado de su vasta descendencia y de aquellos que valoran su legado, el doctor Acosta demostró que su historia personal es, también, la historia del deporte nacional.
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