Toda política ambiental siempre favorecerá a la gente. Más aún si se da dentro de un marco equilibrado, que saque todo discurso a sectores antagónicos y grupos radicalizados. Es un quehacer donde la misma sociedad civil, privada, tiene altísima parte de responsabilidad; pues estamos hablando del cuidado del lugar donde vivimos como familia.
Es bueno empezar asumiendo que la contaminación ambiental y la suciedad del entorno, muchas veces se inicia en el mismo barrio; con buena cuota de parte de las mismas municipalidades. Sin ir más lejos, en la ciudad de Asunción hay lugares de mucha polución, que hoy ponen en peligro el mismo río Paraguay.
Esa mezcla de vacío jurídico, irresponsabilidad compartida y la falta de castigo, por ejemplo, dejó por años con herida de muerte el lago Ypacarai. Nos referimos solo a dos recursos naturales como un intento de argumento para llamar la atención en el sentido de que no son solo la deforestación o la contaminación en el campo los graves problemas paraguayos.
Poco o nada se avanzó en el Gobierno que está de salida sobre estándares de calidad y cuidado ambiental. Por lo que se espera que las autoridades entrantes sean capaces de liderar, en uso de sus competencias, y así se pueda prevenir, controlar, vigilar y restaurar el equilibrio ecológico.
Tampoco cabe una caza de brujas, sino saber concienciar a personas e industrias sobre la conveniencia colectiva de vivir en un ambiente sano. Si ayer el foco de la problemática eran las zonas rurales, hoy los sectores urbanos están en situaciones más complicadas, en algunos casos.
Como bien explica en nuestra página un experto en temas ambientales, en el sentido de que el Estado paraguayo posee riquezas insustituibles y escasas en un mundo globalizado, y por ello debe hacer de la agenda ambiental una prioridad mediante la correcta aplicación de las políticas de protección al medio ambiente y los recursos naturales.
Queremos ser optimistas de que una prioridad en el quinquenio 2023/2028 será la atención integral al ecosistema. La Justicia Ambiental es una deuda pendiente, por lo que llegó su momento. Todo inicio comienza con el primer paso y ese andar tiene que darse en el gobierno de Santiago Peña, obviamente, es una tarea conjunta de los tres poderes y el respaldo ciudadano.