Finalizando el feriado de Semana Santa, autoridades de la Policía Nacional, insistieron reforzando la atención y que es importante mantener la privacidad personal y familiar, especialmente en redes sociales, para evitar caer en maniobras fraudulentas que continúan afectando a ciudadanos de diversas franjas etarias.
En materiales preventivos difundidos por el Departamento de Prevención de Delitos de la Policía Nacional, se reiteró que la precaución y el manejo responsable de la información son fundamentales para evitar ser víctima de estafas o extorsiones, las cuales se han ido adaptando con rapidez al avance tecnológico.
Doblar la atención ante nuevos métodos de extorsionadores
Las autoridades señalaron que las modalidades delictivas han evolucionado paralelamente al crecimiento de nuevas plataformas digitales, con lo cual los estafadores se valen de estrategias más sofisticadas para engañar a sus víctimas. Los casos más comunes detectados durante los últimos años incluyen llamadas falsas en las que se simulan accidentes, detenciones o situaciones de urgencia familiar, con el objetivo de inducir a las personas a entregar dinero o datos sensibles.
La Policía advirtió que la desesperación generada por este tipo de llamadas lleva a muchas personas a actuar sin verificar la veracidad de los hechos, lo que deriva en pérdidas económicas considerables o en la cesión involuntaria de contraseñas y códigos privados. Por ello, instan a no responder a números desconocidos, cortar la comunicación de inmediato, contactar a familiares cercanos y no realizar transferencias sin confirmar previamente la situación.
Los adultos mayores son los más vulnerables
En cuanto al perfil de las víctimas, los adultos mayores continúan siendo el grupo más vulnerable, aunque también se han detectado casos entre adolescentes y jóvenes, especialmente cuando estos tienen acceso sin supervisión a teléfonos móviles. “Debemos educar tanto a nuestros hijos como a nuestros padres en el uso seguro del celular y de internet. Hoy más que nunca es necesario establecer códigos de seguridad familiares para verificar cualquier emergencia”, afirmó un representante del área de Prevención.
Asimismo, se remarcó la necesidad de monitorear el contenido al que acceden los menores, ya que el uso irrestricto de dispositivos digitales se convirtió, después de la pandemia, en una práctica común que puede ponerlos en contacto con amenazas invisibles.
Las autoridades señalaron que, si bien la cantidad de denuncias disminuyó respecto a años anteriores, este descenso se atribuye principalmente a la difusión constante de materiales educativos, capacitaciones comunitarias y campañas informativas. No obstante, insisten en que el fenómeno no ha desaparecido y requiere atención constante, tanto por parte de las instituciones como de la ciudadanía.
El Ministerio del Interior, a través de sus departamentos especializados, continuará con la difusión de contenido instructivo para orientar a la población sobre cómo identificar amenazas y cómo proceder frente a intentos de fraude, con el fin de minimizar los riesgos y consolidar una cultura preventiva.