El presidente, Mario Abdo Benítez, tenía la intención de que se reglamente la senaduría vitalicia y que se incluya allí la posibilidad de que los ex presidentes puedan renunciar a la misma. Sin embargo, el Senado (foto) rechazó el proyecto y lo consideró «improcedente». Aunque Marito parece que ya estaba informado de lo que venía, entonces, dijo en estos últimos días que desde el Congreso contribuiría al debate sobre los intereses públicos.
Había una intención política que no se explica bien en la exposición de motivos del proyecto. Las ideas que saltaron al debate es que con el proyecto se busca que un ex presidente pueda postularse a senador activo o a otro cargo electivo. Los cartistas votaron en pleno contra el proyecto y sólo los colorados abdistas votaron a favor. Al final, fue una pulseada colorada.
Primó la tesis de que la Constitución impone al ex presidente de la República que sea senador vitalicio y que no puede renunciar. «Será senador vitalicio», dice la Constitución y no deja termino medio (artículo 189 de la Carta Magna).
El artículo 189 de la Constitución señala que los ex presidentes de la República, electos democráticamente, serán senadores vitalicios de la Nación, salvo que hubiesen sido sometidos a juicio político y hallados culpables
A la hora de la votación, el resultado fue como sigue: Por la aprobación, 7 votos; por el rechazo, 24 votos. Hubo una abstención y 13 ausentes.
Interpretación de senadores
El senador Stephan Rasmussen criticó al presidente Abdo y dijo que el proyecto es “sorprendente”, porque permitiría a los ex presidentes de la República postularse nuevamente como candidatos a senadores o diputados activos y formar parte de la línea de sucesión presidencial.
Por su parte, el senador Eusebio Ramón Ayala opinó que el proyecto es directamente inconstitucional, porque el ex presidente de República no tiene otra opción que ser senador vitalicio. Entonces, no se puede plantear la posibilidad de regular la renuncia a ese cargo, explicó.
