El juicio oral y público contra el exministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, continuará el próximo viernes 14 de marzo, luego de que el Tribunal de Sentencia, presidido por la magistrada Adriana Planas, rechazara los pedidos de suspensión presentados por la defensa del acusado.
Con esta decisión, el proceso avanza hacia una etapa clave, donde el Ministerio Público busca incluir nuevas pruebas relacionadas con el presunto narcotraficante Lindomar Regis Furtado, cuya captura y antecedentes podrían vincular directamente a Giuzzio con organizaciones criminales.
Cruzamiento de datos con la Justicia del Brasil
El Ministerio Público ha solicitado la incorporación de datos extraídos por la justicia brasileña, los cuales podrían demostrar conexiones entre Arnaldo Giuzzio y Lindomar Regis Furtado, quien en 2016 se fugó de un barrio cerrado en Hernandarias antes de un allanamiento realizado por fuerzas de seguridad.
La fiscalía sostiene que el exministro pudo haber mantenido nexos con este delincuente, quien fue abatido en enero pasado en Brasil, y que formaría parte del grupo liderado por Marcus Vinicius Espíndola Marques de Padua, actualmente recluido en una cárcel de Río de Janeiro.
Intento de chicana de la defensa de Arnaldo Giuzzio
El juicio estuvo marcado por una serie de incidentes procesales, pero el Tribunal de Sentencia, integrado además por los jueces Matías Matías y Yolanda Morel, resolvió que la audiencia continuará en la fecha estipulada a las 8:30 de la mañana.
En esta instancia se definirá si se da lugar a la solicitud del Ministerio Público para que la justicia de Brasil facilite toda la información contenida en los dispositivos electrónicos de Regis Furtado, con el fin de determinar si existen menciones explícitas a Giuzzio en conversaciones o documentos.
El exministro enfrenta actualmente una acusación por cohecho pasivo agravado, pero la aparición de nuevas pruebas podría agravar aún más su situación jurídica.
La fiscalía analiza la posibilidad de abrir una nueva carpeta investigativa, ya que la información recabada hasta el momento sugiere que Arnaldo Giuzzio pudo haber recibido favores o regalos de personas vinculadas al narcotráfico.
En caso de confirmarse estos indicios, se establecería un nuevo proceso penal que lo podría involucrar directamente como parte de una estructura criminal.
Información privilegiada compartida
El caso tomó mayor relevancia luego de que se conociera que en 2016, Lindomar Regis Furtado habría recibido información privilegiada que le permitió huir antes del operativo policial en Alto Paraná. Las sospechas apuntan a que Giuzzio, quien en aquel momento ocupaba altos cargos en el Estado, podría haber estado al tanto o incluso facilitado esta fuga.
La fiscalía ha solicitado formalmente que se investigue si existen registros de comunicaciones entre Giuzzio, Regis Furtado y otros integrantes del grupo criminal de Marcus Vinicius Espíndola Marques de Padua.
Equipo de defensa
En el ámbito de la defensa, el abogado Guillermo Duarte Cacavelos sigue siendo el representante legal del exministro, mientras que el jurista René Arriola ha sido identificado como asesor jurídico en el proceso.
Sin embargo, en los círculos judiciales se comenta la influencia de un grupo cercano al expresidente Mario Abdo Benítez, quienes, según versiones, habrían jugado un papel clave en la estrategia legal de Giuzzio.
El próximo 14 de marzo, cuando se reanude el juicio, se definirá si la justicia brasileña colabora con la causa a través de un exhorto diplomático, lo que permitiría incorporar evidencias clave para determinar el nivel de vinculación entre Giuzzio y el crimen organizado. La posibilidad de que surjan nuevas acusaciones contra el exministro está latente, lo que podría significar un giro importante en el caso y un agravamiento de su situación penal.
