Donald Trump, nos sorprende por su forma de gobernar? O, Donald Trump está obligado a actuar como lo está haciendo?! Considerando su discurso verborragico constante, este nos permite inferir en una posible situación de crisis económica que asfixia al gobierno republicano.
Los límites de la deuda interna, una alarmante pérdida del poder adquisitivo de las clases más vulnerables y una recesión en ciernes, han creado una situación que no será fácil de resolver.
La apuesta del Presidente Trump, está centrada en la protección de todo lo producido en suelo estadounidense, ya sean alimentos y productos manufacturados.
Los discutidos aranceles a productos foráneos, aplicados a países amigos, desencadenaron una serie de cambios interesantes. Objetivamente, aumentarán los costos de los productos importados, lo que traerá una inmediata inflación.
Esto puede verse como una solución con consecuencias no deseadas, pero en contrapartida, el hecho permitirá el aumento de la producción interna y así, el incremento del Producto Interno Bruto, lo que facilitará un nuevo impulso al desarrollo económico que había sido frenado por la oferta de los mercados externos.
No es un proceso dinámico simple; pero estoy seguro de que bajarán las tasas de los créditos a la producción y se fortalecerán las interacciones entre los productores y las entidades financieras.
Esta ecuación llevará miles de millones de dólares a la producción y quitará del mercado de las especulaciones inmobiliarias, trayendo un sinceramiento necesario a las altas tasas actuales.
La crisis financiera interna y de gran impacto global del 2008, fue en su mayoría producto de la crisis de los derivados de hipotecas de baja calidad en USA y repercutió de forma negativa en la economía mundial, generando una retracción muy fuerte.
Es la primera vez, que puedo observar una apuesta gubernamental en este sentido.
No es una cuestión de soberanía o insolencia del Presidente Trump, es una reforma gigantesca del Estado y su rol como líder del sistema económico mundial.
Me atrevo a señalar, que la visión de su asesor principal, Elon Musk tiene muchísimo que ver en estas decisiones. Musk ha demostrado al mundo que su visión sobre la productividad y la competitividad, requieren de fórmulas innovadoras y nunca vistas. Su éxito económico es la prueba tangible de su desempeño en el mundo de las finanzas. Ahora bien, ¿los riesgos?
Si bien los resultados de esta nueva perspectiva económica y política, no tienen plazos claros. Lo concreto es que la misma, plantea una serie de desafíos y retos, que tienden a romper los clásicos paradigmas de la doctrina económica.
Generar una retractación artificial, para potenciar el desarrollo económico, parecería ser una contradicción. Pero, es una jugada maestra. Impensada por empresarios y por los gobernantes anteriores, que simplemente aumentaron la deuda pública, elevando a niveles nunca vistos. La deuda pública en USA, es actualmente 98.094 dólares percapita y en China, 10.630 dólares.
Este indicador es crucial para entender la carga fiscal y financiera, que debe soportar la economía americana, frente a su mayor competidor global. Si EE.UU. sigue con su política de endeudamiento, más tarde o temprano, sucumbirá como consecuencia de su crecimiento exponencial de su deuda pública.
En síntesis, Trump y Musk, están cambiando el rumbo de la economía estadounidense, pues es viejo camino conducía al abismo. En términos simples, los importadores comprarán menos del mundo exterior, generándose un mercado potencial para productos americanos.
Y para producir, estos nuevos productos, el sector financiero podrá colocar abundante dinero, reduciendo sus tasas especulativas, creando un nuevo y oportuno mercado inmobiliario más barato y accesible.
Cierro este artículo, asumiendo que el riesgo del cambio es una medida incierta. Pero asumiendo que la imaginación de Elon Musk, y de la férrea determinación del Presidente Trump, corregirán los desaciertos de sus predecesores y liberando a USA, de una crisis económica con consecuencias inimaginables.
Juan Carlos A. Moreno Luces. Global Economy Analyst, para LA TRIBUNA