En la última semana de febrero, la Escuela Básica Nº 3748 «San Jorge» de Mariano Roque Alonso generó polémica. La entrega del almuerzo escolar, en el marco del programa Hambre Cero, y la comida que se sirvió allí, pusieron a la institución en el centro de las críticas.
Una madre denunció que la comida era incomible y que la habían servido en baldes de pintura. Esta situación generó preocupación y malestar entre los padres y los docentes.
Ante la situación, la directora de la escuela, Mercedes Jacquet, respaldó la denuncia y manifestó su descontento con la empresa proveedora del almuerzo, Comepar, que opera dentro del programa Hambre Cero.
Las imágenes difundidas en redes sociales y medios de comunicación intensificaron el escándalo, lo que llevó al Sindicato Nacional de Directores (Sinadi) a solicitar una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido. Sin embargo, el gremio también defendió a la empresa, argumentando que en otras instituciones no se habían registrado quejas similares.
Reacción del ministro Tadeo Rojas
En respuesta a la controversia, autoridades del Ministerio de Desarrollo Social y del ámbito educativo acudieron a la institución para verificar la calidad de los alimentos. Como resultado, al día siguiente se constató una mejora en la presentación de la comida, con el uso de contenedores adecuados en lugar de los baldes denunciados.
El ministro de Desarrollo Social, Tadeo Rojas, se pronunció sobre el tema a través de sus redes sociales en la noche del 3 de marzo. Aseguró que la denuncia habría formado parte de un montaje con intenciones políticas para perjudicar el programa de alimentación escolar.
«Lamentamos la actitud sin pensar en la importancia del programa», escribió el ministro, y reafirmó que «nadie puede coartar el derecho a la denuncia», ya que estas críticas ayudan a mejorar el servicio.
A raíz de este incidente, el nombre de Tadeo Rojas ha sido mencionado como uno de los posibles pedidos de destitución en la Cámara de Diputados, junto con María Teresa Barrán y Claudia Centurión. Mientras tanto, la polémica sobre la calidad y presentación de los alimentos en las escuelas sigue en debate, con reclamos de mayor monitoreo y controles estrictos para evitar situaciones similares en el futuro.
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