El servicio de transporte nocturno Búho ha dado sus primeros pasos en Asunción y su área metropolitana con un relativo éxito. Si bien los números iniciales pueden no ser impresionantes, con 659 validaciones en su primer fin de semana, su continuidad es esencial para garantizar la movilidad de quienes trabajan y estudian en horarios extendidos.
Según los datos, difundido por las autoridades, el mayor flujo de pasajeros se dio entre las 22:00 y la 01:00, una franja horaria en la que el transporte público tradicional desaparece, dejando a muchos ciudadanos sin opciones seguras y accesibles para regresar a sus hogares. Sin embargo, el hecho de que la cantidad de usuarios aún no sea masiva no debe interpretarse como una falta de necesidad, sino como el inicio de un proceso de adaptación. A medida que la población tome conciencia de que este servicio se mantendrá de forma estable, su demanda aumentará progresivamente.
La garantía de transporte nocturno es un derecho de los ciudadanos. No todos pueden costear un servicio de transporte alternativo, y la ausencia de buses en la madrugada ha sido durante décadas una limitante para quienes desempeñan labores nocturnas o estudian en turnos vespertinos. Es por ello que, más allá de la rentabilidad inmediata para las empresas transportistas, el Estado debe asumir su papel en la provisión de este servicio público esencial.
Además, la existencia de un transporte nocturno confiable podría contribuir a la reactivación del comercio y la vida nocturna en varias zonas de la ciudad. Restaurantes, bares, teatros y otros espacios culturales han visto una disminución en su actividad, en parte debido a la incertidumbre de los clientes sobre cómo regresar a casa en horarios tardíos. Si el servicio Búho se consolida y se expande a más corredores, podría significar un impulso importante para la economía nocturna.
El desafío ahora es mantener y mejorar esta iniciativa. Asegurar la seguridad en las unidades, optimizar la frecuencia de los buses y ampliar los recorridos son aspectos clave para que el transporte nocturno se convierta en una opción real para miles de paraguayos.
El Búho ha alzado vuelo. Ahora, es responsabilidad de las autoridades y la ciudadanía asegurar que no quede en un intento fugaz, sino que se convierta en un servicio permanente y eficiente para todos.
