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domingo, 23 de febrero de 2025
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Construir más cárceles no es la solución, afirma viceministro

El sistema penitenciario paraguayo enfrenta una crisis grave debido al hacinamiento extremo y las precarias condiciones en las que viven miles de reclusos. La Penitenciaría Regional de Concepción es uno de los ejemplos más preocupantes de esta situación, con una capacidad diseñada para 890 personas, pero que actualmente alberga a casi 1.800 internos, el doble de su límite.

Recientes imágenes viralizadas por las redes sociales, revelaron la dramática realidad de los pabellones, donde los internos se encuentran en condiciones de hacinamiento extremo, con un espacio insuficiente para descansar y con las altas temperaturas como un factor adicional de sufrimiento.

Este miércoles, en conversación con la 1020 AM, el viceministro de Política Criminal, Víctor Benítez, confirmó la autenticidad de estas fotografías y explicó que la superpoblación en los penales es una problemática extendida en todo el país.

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No es un problema limitado a Cárcel de Concepción

Benítez detalló que el sistema penitenciario paraguayo fue diseñado para albergar a poco más de 10.000 personas, pero hoy se acerca a los 19.000 reclusos, lo que ha provocado una crisis de infraestructura y administración.

En el caso de Concepción, el viceministro explicó que el pabellón mostrado en las imágenes corresponde al sector F, un área donde, por cuestiones de seguridad y orden interno, los reclusos deben permanecer en sus celdas durante ciertos horarios.

Sin embargo, debido al calor sofocante que se registra en el país, algunos prefieren permanecer en los pabellones en lugar de salir al patio, lo que agrava la percepción de hacinamiento.

“Es una imagen que duele”, expresó el viceministro al referirse a las fotografías, agregando que este problema no se limita solo a Concepción, sino que se repite en la mayoría de las cárceles del país.

Otro factor crítico señalado por Benítez es la falta de clasificación adecuada de los reclusos, ya que el hacinamiento impide separar a los procesados de los condenados.

Esto genera una convivencia riesgosa dentro de los pabellones, donde personas con distintos tipos de delitos quedan mezcladas sin una división adecuada.

Crisis penitenciaria: medidas urgentes

El Ministerio de Justicia, en conjunto con el Poder Judicial, la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía y la Defensoría Pública, trabaja para reducir la población carcelaria mediante la aplicación de medidas alternativas a la prisión y la concesión de beneficios penitenciarios para aquellos reclusos que cumplan con los requisitos establecidos.

Sin embargo, el viceministro reconoció que estas acciones no son suficientes para solucionar el problema de fondo.

Para mitigar el hacinamiento, el Gobierno prevé la pronta apertura de tres nuevas penitenciarías, lo que permitirá crear 3.700 nuevas plazas.

A pesar de ello, Benítez subrayó que la construcción de más cárceles no es la solución definitiva, sino que es necesario un cambio estructural en el sistema de justicia penal.

“El verdadero camino para enfrentar esta crisis es trabajar con los demás poderes del Estado para garantizar que las prisiones preventivas no sean la primera opción en todos los casos.

Debemos aplicar alternativas que permitan descongestionar el sistema y brindar mejores condiciones a quienes realmente deben cumplir condenas en los penales”, explicó.

Un problema que se agrava cada día

Mientras el sistema judicial busca soluciones a largo plazo, la realidad dentro de las cárceles sigue empeorando. La superpoblación y la falta de infraestructura adecuada han llevado a una crisis humanitaria en la que las personas privadas de libertad enfrentan condiciones inhumanas.

Benítez afirmó que se está trabajando para garantizar que los internos tengan acceso a una alimentación adecuada y a visitas regulares de sus familiares, pero reconoció que estos esfuerzos resultan insuficientes ante el colapso del sistema.

El hacinamiento también genera conflictos internos, ya que, en un espacio tan reducido, cualquier problema de salud o altercado entre los reclusos puede desatar situaciones de violencia que afectan a toda la población carcelaria.

La crisis en la Penitenciaría Regional de Concepción es solo un reflejo de un problema mayor, que requiere acciones urgentes y una reforma estructural para evitar que el sistema penitenciario continúe deteriorándose.