La Liga Nacional de Básquetbol promete ser una muy atractiva en su versión 2025. Muchos equipos del interior y los tradicionales de capital animarán un torneo que se desarrollará, a partir de abril, por los cuatro puntos cardinales del territorio paraguayo. Pero más allá de esto, ¿Qué se puede hacer para que la Liga sea más competitiva?
La temporada 2025 de la máxima división de nuestro baloncesto será realmente histórica. La participación cinco equipos del interior hacen que está edición se vuelva especial y de a poco se está llegando a lo proyectado hace muchos años por los propulsores de esta idea. Colonias Gold de Colonias Unidas, San Alfonzo de Minga Guazú, 12 Lions de Villa Hayes, Deportivo Amambay de Pedro Juan Caballero y Guaireña Basket de Villarrica, serán los dignos representantes del básquet de tierra adentro; ocupando los cuatro puntos cardinales y llegando, inclusive, a la Región Occidental por primera vez en la historia.
Además de estos cinco equipos, también hay que mencionar a Sportivo Luqueño y Deportivo Central de Capiatá; dos clubes que haciendo un esfuerzo enorme lograron el retorno después de unos años de ausencia. Sumados a estos clubes, por capital jugarán Deportivo San José, Olimpia Kings, Félix Pérez Cardozo, Atlético Ciudad Nueva y Deportivo Campoalto; llegando a 12 equipos participantes en total.
Ahora bien, ya con la cantidad adecuada de participantes, se tiene que tocar otro punto importante para elevar el nivel de la Liga; para que además de atractiva, también sea competitiva. Hablamos de como dividir los jugadores de nivel para repartirlos de manera equitativa a los equipos.
Ya hace más de una década se viene aplicando los cupos de menores en la plantilla; algo que hasta ahora no resultó como en otros países. Si un juvenil es bueno y tiene condiciones, va a jugar sin importar cupo de menor o no. Al final, lo de limitar las plantillas y obligar a que jóvenes de las formativas ocupen plazas, no hace que surjan buenos y mejores juveniles. Sí, es necesario por un motivo: Para que los clubes considerados poderosos económicamente no monopolicen a todos los jugadores de nivel teniendo 15; o más de 15; cuando solamente entran 12 en una planilla de juego.
También debe entrar en consideración el tema de las fichas de los naturalizados; algo muy común en nuestro básquet en los últimos años. Sucede que con la inclusión de equipos del este y del norte del país, ya no solamente se tendrán argentinos nacionalizados, sino también brasileños que optarán por nuestra nacionalidad: los «brasiguayos».
¿Cómo dividirlos? Esa es la incógnita
Para buscar una solución se tiene que tener en cuenta varios puntos. El primero de ellos, y quizás el más determinante, es que no todos los clubes poseen el mismo poder económico. No se puede obligar a un jugador que hoy está ganando 50 monedas en un club, a ir a otro para ganar solamente 10; por dar un ejemplo. En esta problemática, se podría recurrir al Tope Salarial; como hacen los deportes de élite en Estados Unidos. Es decir, establecer un monto alcanzable para todos y que ese sea el tope mensual para cada uno de los equipos.
Este Tope Salarial sería solamente para los jugadores nacionales. Los extranjeros, al ser tan grande el «abanico de precios», no entrarían en este rubro. Entonces, se aseguraría la igualdad de condiciones para todos los clubes. Si no se llega al tope por falta de patrimonio, es otro problema; pero por lo menos ya se aseguró que no habrá tanta diferencia con los considerados más poderosos.
El segundo tema podría ser categorizar a los jugadores de nivel y que solamente tres (o cuatro) puedan jugar en el mismo equipo. Pero ¿Quiénes serían los jugadores de nivel? Serían aquellos que en el último lustro vistieron la camiseta de la selección paraguaya, junto con los naturalizados y los compatriotas que jugaron en el extranjero también dentro de los últimos cinco años. Con esto nos aseguraríamos de repartir a todos aquellos jugadores considerados de nivel; no solamente a los seleccionados, sino también a los naturalizados que hasta el año pasado se concentraban casi todos en solamente dos equipos.
El tópico de los naturalizados es algo a tratar. Recientemente surgieron varios que decidieron radicarse en nuestro país. Por este motivo, y por la casi segura aparición de más jugadores nacionalizados en los próximos años, es necesario también que ellos tengan una categoría, como sucede en el baloncesto mexicano, por ejemplo. De no prosperar el tema del párrafo anterior, entonces se tendría que limitar la participación de naturalizados a solamente dos por equipo.
Por último, la idea final para distribuir a los jugadores es la más radical de todas: hacer un Draft o sorteo y armar cada equipo desde cero. Esto quiere decir liberar a todos los jugadores (eliminando las fichas) y que cada club elija a sus atletas después de un sorteo equitativo. Cada club se lleva a los jugadores que eligió y bajo contrato cumple con los requisitos económicos de ellos. El trueque estaría a la orden del día también, de acuerdo a como categoricen a los jugadores. Los juveniles no entrarían al sorteo. Este draft se replicaría año tras año en esta época, lo que obligaría a los clubes a mantenerse activos en todo el año.
En síntesis, la Liga Nacional venidera promete mucho, con partidos en diferentes puntos del país y hasta en el Chaco Paraguayo. Y justamente, elevar el nivel de dichos partidos es el deseo de todos ¿Qué piensa usted? ¿Cuál podría ser una solución?
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