Carlos Baez Rodriguez, un referente de la comunicación, la publicidad, la organización de eventos, de su ciudad de Encarnación que amó entrañablemente y del básquetbol que practicó en su juventud, falleció esta mañana en Santo Tomé, Corrientes, Argentina, donde se había afincado en los últimos tiempos, al abrigo y protección de Mirta, su última compañera, ya enfermo y alejado de tantas actividades que impulsó en una vida intensa y apasionada, porque ese caracter dinámico que lo caracterizó, imprimió por igual a todo lo que emprendió.
Casi sin visión y con dificultades para escuchar ultimamente, el whats app lo mantuvo hasta sus últimos dias cerca de su Paraguay amado, de cuanta selección o equipo representativo del deporte nacional que competía y de su Sol de América añorado, cuya casaca defendió en las competencias baloncésticas de comienzos de los setenta. Hasta su ultimo aliento, siendo sometido a diálisis cada vez más frecuentes, alentó la esperanza de curarse y volver a trabajar, elaborando proyectos que compartía en sus frecuentes comunicaciones y asesorandonos en nuestros propios emprendimientos.
Fue permanente colaborador de Corporación Deportiva Fenix y junto a Vicente Guimaraes, principal impulsor de la Corrida Internacional de Reyes. Nunca perdió el sentido del humor. Ultimamente en sus casi diarias llamadas teléfonicas nos acicateaba: «Tenemos que emprender algo rápida porque observo que se está muriendo gente que no se moría antes y que las bombas cada vez caen más cerca».
Fue socio del Circulo de Periodistas Deportivos del Paraguay y llegó a ser docente en el curso para formación de nuevos comunicadores que impulsa la entidad gremial.
Su primera participación fue a nivel juvenil en 1976 con la selección de su ciudad
Carlos nació en Encarnación y justamente, hallandose en la cresta de la ola de su suceso como codirector de la publicitaria Baez y Andriano en Buenos Aires, volvió al pais para emprender una aventura periodistica que no pudo sostener, fundando el Diario Sur en la capital de Itapúa.
Integró la selección de mayores en los nacionales de los años 70 y 80
Habia defendido los colores de la selección encarnacena en nacionales de básquetbol y en los juegos universitarios a la facultad de medicina de la UNA (llegó a cursar hasta el tercer año de la carrera). En el mundo del deporte, durante su radicación en la urbe porteña, trabajó al frente del Deportivo Paraguayo que llegó a presidir y en intercalada estancia en Asunción creó e impulso «Publieventos», agencia emprendedora de transmisiones en vivo de futbol y otros deportes, precursora en la materia por Unicanal, antes de la era de Teledeportes y Tigo Sports.
TAMBIEN LEE: https://www.latribuna.com.py/deportes/211652-la-milagrosa-resurreccion-del-deportivo-paraguayo-en-la-afa
LOCO POR EL BASQUETBOL
De todos los deportes que apreciaba, seguramente el básquetbol fue el que ocupó el lugar más privilegiado de su corazón de deportista.
El prestigioso colega y amigo Arturo Rubín, director de «Futbol a lo grande», en el programa de la siesta de Radio Monumental recordó a quien también fue su gran amigo y acompañó en sus comienzos como empresario en un cuadrangular internacional que organizó justamente en Encarnación. Era loco por el básquetbol.
También citó la gran amistad que como empresario mantuvo con Marcelo Tinelli, desde los comienzos del exitoso conductor televiso argentino en «Video match», visualizando el posterior suceso de quien entonces hacía sus primeras ramas como presentador.
Los restos de Carlos Baez Rodriguez serán cremados en Corrientes y sus cenizas traidas por sus hijos y descendientes para ser depositadas en nuestro pais.
Fueron tantos los quehaceres que envolvieron a Carlos con constantes viajes entre Argentina y Paraguay y acompañando tambien a delegaciones deportivas por diferentes latitudes, que cuesta ordenar cronológicamente su frenética vida. Pero allí donde le cupo actuar, no escatimó esfuerzo para tender la mano generosa a quien necesitaba ayuda, poniendo de relieve una nota sobresaliente de su polifacética personalidad: el sentimiento de afecto hacia los muchos amigos que supo forjar y que hoy sentimos su partida.
Cristiana resignación a sus familiares y seres queridos.