El ministro de la Corte Suprema de Justicia, Gustavo Santander Dans, confirmó que el Poder Judicial lleva adelante una investigación sobre la denominada «mafia de los pagarés«, esquema que se habría valido de irregularidades en los juzgados de paz para ejecutar múltiples cobros indebidos.
En una extensa charla con la 1020 AM, el alto magistrado mencionó que detrás de todo esto se esconde un gran bandidaje, al referirse al esquema utilizado por los funcionarios judiciales.
Auditoría y suspensión de magistrados involucrados en la mafia
Santander explicó que la Corte Suprema de Justicia, ordenó una auditoría de gestión en los juzgados de paz, lo que derivó en la apertura de sumarios y la suspensión preventiva de magistrados y funcionarios. Destacó que la Corte solo puede aplicar suspensiones por 30 días, luego de lo cual el caso debe pasar al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
El ministro señaló que detectaron notificaciones con la misma fecha y hora en distintos lugares, lo que evidencia maniobras irregulares, y agregó que remitieron los antecedentes al Ministerio Público.
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Hallazgo de 5000 expedientes sobre la mafia
Además, Santander reveló que, tras recibir información sobre la existencia de 5000 expedientes almacenados en un edificio de Asunción, la Corte notificó a la Fiscalía, que ordenó un allanamiento.
Se sospecha que parte de la documentación pudo haber sido retirada antes de la intervención.
El ministro subrayó que este tipo de prácticas no pueden considerarse normales.
«A nadie se le ocurre cobrar dos o tres veces un mismo pagaré. Esto es un bandidaje«, afirmó con firmeza.
Falta de control sobre bienes de funcionarios
Consultado sobre la ostentación de bienes y viajes de algunos funcionarios judiciales, Santander aclaró que la Corte no cuenta con un sistema para monitorear las redes sociales de sus empleados y que ese control correspondería a la Contraloría General de la República.
Sobre la gran cantidad de notificaciones fallidas registradas por los ujieres, indicó que la auditoría reveló la existencia de «notificaciones voladoras», es decir, actas falsas que nunca llegaron a los destinatarios.
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