El 24 de febrero marca el inicio oficial del calendario de Educación en Paraguay. A poco más de un mes de esta fecha, el ministro de Educación, Luis Ramírez, explicó que este periodo es clave para abordar los principales desafíos estructurales en escuelas y colegios.
Actualmente, la cartera educativa se centra en dos frentes principales: la puesta a punto de las infraestructuras y la organización de la distribución de los kits escolares.
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Educación y el desafío de refacciones
En la 1020 AM, el ministro, dijo que se está trabajando en la reparación de aproximadamente 6.300 locales escolares que requieren ajustes.
A pesar de haber intervenido ya en más de 3.800 locales en los últimos 14 meses, aún persisten problemas a ser revisados en la cobertura de necesidades básicas como agua potable, baños funcionales y espacios de aprendizaje adecuados.
Para enfrentar estos desafíos, se planea realizar un censo nacional de infraestructura escolar a partir de marzo, el primero desde 2008, utilizando herramientas tecnológicas como drones para obtener un diagnóstico preciso.
Hambre Cero
El ministro destacó el éxito del programa Hambre Cero, implementado como plan piloto en 2024. Este proyecto ha mejorado notablemente la asistencia en zonas vulnerables, alcanzando niveles de hasta el 96% en áreas donde antes apenas llegaba al 56%.
Además, se prioriza la construcción de cocinas y comedores escolares en instituciones que carecen de estas facilidades.
Sin embargo, Ramírez reconoció dificultades en el proceso de licitaciones. Alguien ha señalado que se debe exigir experiencia previa en servicios de alimentación escolar es un requisito que constituye una barrera para la participación de pequeñas empresas.
Esta problemática será revisada en reuniones con autoridades locales para garantizar una mayor inclusión y equidad en el proceso.
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Prevención de drogas y programas juveniles
Un tema preocupante es el impacto de las drogas en adolescentes, especialmente en zonas urbanas como el departamento Central. Con cerca de 90.000 jóvenes afectados por este flagelo, el Ministerio de Educación ha desarrollado estrategias preventivas.
Entre ellas, destaca el proyecto Sumar, que crea espacios educativos abiertos para actividades deportivas, culturales y tecnológicas, reduciendo así el riesgo de exclusión social y consumo de sustancias.
Además, se están reforzando los interescolares y desarrollando programas educativos que preparen a los estudiantes para el mercado laboral actual, como cursos de robótica, creación de contenido digital y ajedrez.
Estas iniciativas buscan mantener a los jóvenes involucrados en el sistema educativo y ofrecerles herramientas para su desarrollo personal y profesional.
Inclusión y aprendizaje
Con un enfoque que prioriza la inclusión, el Ministerio de Educación avanza en programas que van más allá de la enseñanza tradicional, promoviendo espacios integrales que atienden las diversas necesidades de los estudiantes.
Ramírez enfatizó que cada acción orientada a incluir a los jóvenes en el sistema educativo contribuye a construir una sociedad más equitativa y con mejores oportunidades para todos.
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