La Navidad y el Año Nuevo, asociados generalmente con alegría y reuniones familiares, pueden convertirse en un periodo de soledad, aislamiento y nostalgia para muchas personas. Así lo señaló la Lic. Noelia Castillo en una entrevista a La Tribuna, destacando cómo diversos factores contribuyen al aislamiento emocional en estas fechas.
Factores que generan aislamiento
Uno de los principales motivos es la distancia física. En Paraguay, es común que familias estén separadas debido a la migración interna hacia Asunción o externa hacia países como Argentina, España o Estados Unidos.
Padres cuyos hijos residen en el extranjero, jóvenes que dejaron su hogar para estudiar o trabajar, y cambios en la dinámica familiar, como divorcios, intensifican el sentimiento de celebraciones incompletas.
La nostalgia es otro elemento relevante. «Recordar tiempos pasados genera emociones mixtas: bonitos recuerdos, pero también tristeza y sensación de pérdida», explicó. Esto afecta especialmente a adultos mayores y a personas con condiciones preexistentes como depresión o ansiedad, cuyos síntomas suelen aumentar en estas fechas.
Cómo identificar señales en una persona
Detectar que una persona enfrenta aislamiento requiere observación y comunicación abierta. Según la Lic. Castillo, algunos indicadores clave son:
Evitar actividades sociales.
Comentarios frecuentes sobre soledad.
Desinterés en participar de celebraciones.
Preguntar directamente cómo se sienten respecto a estas fechas es un paso esencial para brindar apoyo.
LEA TAMBIÉN: Una crisis silenciosa que no podemos ignorar
¿Cómo ayudar a las personas que presentan señales de aislamiento?
Noelia resalta que organizar reuniones familiares o encuentros con amigos puede ayudar significativamente. «Hablar con anticipación sobre los planes festivos permite que las personas se sientan incluidas y esperen con entusiasmo la celebración», sugirió. Además, la tecnología ofrece herramientas útiles como videollamadas para conectar con familiares lejanos.
La creación de nuevas tradiciones también puede ser una solución efectiva. Incorporar a adultos mayores o personas aisladas en actividades festivas fortalece su sentido de pertenencia. «Validar las emociones y escuchar activamente son claves para mostrar empatía y apoyo genuino», añadió.
Desafíos para los jóvenes migrantes
Los jóvenes que se trasladan a Asunción en busca de mejores oportunidades enfrentan retos adicionales. Viven lejos de sus familias, en un entorno urbano que puede sentirse frío y desconectado. «La nostalgia por las tradiciones familiares del interior y los costos de transporte dificultan su regreso durante las festividades, generando estrés y tristeza», explicó Castillo.
Para ellos, participar en celebraciones locales o organizar reuniones con compañeros en situaciones similares fomenta el sentido de comunidad. Hablar sobre sus emociones y, en casos necesarios, buscar apoyo profesional también son pasos importantes.
Las festividades representan una oportunidad para actuar colectivamente. La profesional invita a ser inclusivos, a estar atentos a las necesidades emocionales de los demás y a promover conexiones significativas. «Cada persona vive estas fechas de manera diferente. Mostrar interés genuino y ser creativos en la forma de celebrar juntos es fundamental», concluyó.
El aislamiento en tiempos festivos puede mitigarse con apoyo social y emocional. Fomentar un ambiente de empatía y conexión fortalece no solo a las personas, sino también a las comunidades.
LEA TAMBIÉN: ¿Cómo identificar los signos de la depresión?
