Toti Morel & Los Buenos Muchachos se titula el álbum de jazz rock que se presentará mañana sábado en Aurelia Brew Pub (San Miguel c/ Tte. 2do. Villamayor), a las 21:00. Hacemos un repaso de la larga carrera de este baterista, considerado uno de los mejores músicos de la escena rockera y jazzística.
Toti comenzó en la música a fines de los años sesenta, cuando aún era adolescente. Víctor Humberto Morel (Toti) había nacido en Buenos Aires en 1953. Sus padres se habían exiliado tras la revolución del ’47, pero antes de que Toti cumpla diez años, ya estaban de regreso.
A fines de los sesenta, Toti integraba una agrupación de barrio llamada La Joven Guardia, denominada así como el grupo de Roque Narvaja en Argentina. Tocaba la guitarra, pero al ver a Roberto Thompson tocar, decidió pasarse a la batería.
Con el grupo Clara de Huevo participó en el Festival de Música Beat en el estadio Comuneros, en 1970, y luego formó parte de Los Bárbaros, Los Bravos y otras orquestas de la época. También estudiaba psicología, pero la música fue imponiéndose, ya que era la época dorada de las orquestas de fiestas. Así también pasó a formar parte de Los Tommys, que era una de las principales de la época.
Pero Toti quería tocar una música más exigente y empezó a incursionar en el rock y el jazz. Integraba un trío con el guitarrista José Breuer y el tecladista José Carlos Mendoza con el que interpretaban standards, y luego fue llamado a formar parte de Pro Rock Ensamble, con el que grabó el disco «Música para los perros».
También a comienzos de los ochenta integró Opus 572, experimento de fusión dirigido por Horacio Cordeiro, entre cuyos integrantes estaba el bajista Tato Zilli y el tecladista Lobito Martínez. Con ambos formó un trío jazzistico que tocó en varias ocasiones a lo largo de los ochenta y comienzos de los noventa.
La larga trayectoria de Morel está comprendida por una gran cantidad de agrupaciones. Tocó con grupos del Nuevo Cancionero así como fue integrante de Equipo 87 durante muchos años, hasta llegó a integrar Síntesis, el grupo de Rolando Chaparro, a principios de los noventa.
Cuando fue creado el Conservatorio Nacional de Música fue convocado para integrar el cuerpo de profesores, donde pudo entrar en contacto con una nueva generación de músicos. De ser respetado como un colega virtuoso, pasó a ser una figura señera como maestro.
Pero Toti nunca se le creyó del todo. Con un particular humor, ha conservado una postura muy crítica y ha hecho de la música una forma de vida.
Con más de setenta años hoy presenta un álbum como solista en el Aurelia Brew Pub, el cual ha sido producido por su hijo, Víctor S. Morel, también baterista y uno de los más activos de la escena jazzistica actual. El álbum ya está disponible en las plataformas de streaming, y en vinilo estará disponible luego del concierto de esta noche. Hay una promoción especial de dos entradas para el espectáculo más un LP firmado por Toti por G. 200 mil.
Los temas fueron grabados en Lobo Recording con una banda integrada por el bajista Tato Zilli, el pianista Víctor Scura y el guitarrista Omar Valdez, que como multiintrumentista ha tocado tanto con la Sinfónica Nacional como con Tierra Adentro.
En el lado A el disco incluye temas de Toti: «Marcacion sobre Ayolas» y «Ayna mamita querida ya no voy a hacer mas» y «Trozata en Am».
El lado B incluye obras de otros autores que trazan un panorama del jazz fusión paraguayo. Abre con «Pontyac», de Roberto Thompson, cuya versión original estaba en el álbum «Música para los perros» de Pro Rock Ensamble. Sigue «Denso», del bajista Oscar Frutos, que lo había grabado el Movidick Trío en 2003. Luego, «Memorandum», del guitarrista Gustavo Viera y el ya clásico «Carola», de Lobito Martinez, por primera vez en una versión sin saxo. El piano de Scura lleva la melodía principal.
En el local del concierto se montará una expo de las baterías de Toti y fotografías de diferentes momentos de su carrera.
La edición cuenta con el apoyo del Fondec, la Secretaría Nacional de Cultura, Amigos del Jazz, Síncopa Producciones y Polka Blue.
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